Corte de B.C. ordena compensación por crítica difamatoria en Google.

En una reciente decisión de la Corte Suprema de Colúmbia Británica, se ha ordenado a un hombre de la provincia pagar un total de $4,000 a una empresa de Coquitlam y a sus dos propietarios debido a una reseña negativa que publicó en Google.

Hyungdong Lee, quien trabajaba en una oficina cercana a la sede de Pacific Granite Manufacturing Ltd. en Coquitlam, vio su vehículo dañado en un accidente de hit-and-run en septiembre de 2021. Según la decisión de la corte, el vehículo que impactó el suyo era un Chevrolet Impala blanco que pertenecía a un empleado de Pacific Granite, identificado como un tal «Sr. Kennedy».

Tras determinar que el vehículo pertenecía a un empleado de Pacific Granite, Lee tuvo una conversación con uno de los propietarios de la empresa, Nader Tabrizi, sobre el accidente que no resultó satisfactoria. Las versiones de ambos sobre lo sucedido difieren según lo descrito en la decisión de la corte.

Tabrizi declaró que le informó a Lee que el Impala pertenecía a un empleado de Pacific Granite, pero que no se utilizaba para fines laborales, sugiriéndole que volviera al final del día si deseaba hablar con el propietario del vehículo.

Lee afirmó que, al encontrarse con un representante de Pacific Granite, esta persona negó que un empleado de la empresa estuviera involucrado en el accidente de hit-and-run.

Finalmente, Lee redactó una reseña en Google en la que narraba su experiencia con el accidente. En la reseña, que fue reproducida en la decisión judicial, Lee comenzó pidiendo a los lectores que «por favor nunca hicieran negocios con este lugar».

Tras explicar su versión de los hechos, Lee concluyó la reseña escribiendo: «Hemos completado con éxito el informe con la RCMP y la ICBC, pero el jefe y el personal aquí mintieron hasta el final».

Pacific Granite, junto con Tabrizi y su copropietario Alireza Beittoei, demandaron a Lee por difamación, argumentando que el contenido de la reseña, junto con las revisiones posteriores que Lee realizó, implicaban que la empresa y su gestión no eran de fiar y llevaban a cabo su negocio de manera vergonzosa, deshonrosa, deshonesta, ilegal y criminal.

Si bien el juez de la Corte Suprema de Colúmbia Británica, Andrew P. A. Mayer, estuvo de acuerdo en que una línea específica de la reseña era difamatoria, decidió no otorgarles el monto total de los daños reclamados ni la orden de restricción que solicitaban.