El aumento de la violencia en Medio Oriente tras un año desde el inicio de la guerra en Gaza.

A un año del fatídico ataque de Hamas al sur de Israel, Oriente Medio se encuentra inmerso en una guerra que no muestra signos de acabar y parece estar empeorando. Lo que comenzó como una ofensiva de represalia por parte de Israel centrada en la Franja de Gaza, ha evolucionado en las últimas semanas hacia Líbano. Los ataques aéreos han dado paso a una incursión terrestre en expansión acelerada contra los militantes de Hezbollah, quienes han lanzado cohetes contra Israel desde que comenzó la guerra en Gaza. El siguiente objetivo de Israel es su archienemigo Irán, que apoya a Hamas, Hezbollah y otros militantes antiisraelíes en la región. Tras resistir una masiva andanada de misiles por parte de Irán la semana pasada, Israel ha prometido responder. Este conflicto en escalada corre el riesgo de atraer una mayor participación de Estados Unidos, así como de los militantes respaldados por Irán en Siria, Irak y Yemen.

Cuando Hamas lanzó su ataque el 7 de octubre de 2023, pidió al mundo árabe unirse en una campaña concertada contra Israel. Aunque la lucha se ha extendido, Hamas y sus aliados han pagado un alto precio. El ejército del grupo ha sido diezmado, su bastión en Gaza se ha reducido a un caldero de muerte, destrucción y miseria, y los principales líderes de Hamas y Hezbollah han sido asesinados en audaces ataques. Decenas de rehenes israelíes languidecen en cautiverio de Hamas, y un año después de que Netanyahu prometiera aplastar al grupo en una «victoria total», los restos del grupo militante siguen luchando en bolsas de resistencia en Gaza. La ofensiva en Líbano, inicialmente descrita como «limitada», crece día a día. Una colisión total con Irán es una posibilidad latente. Al mismo tiempo, Netanyahu se enfrenta a protestas masivas por su incapacidad para traer a casa a los rehenes, y para muchos, será recordado como el hombre que llevó a Israel a su momento más oscuro. Las relaciones con Estados Unidos y otros aliados están tensas y la economía se está deteriorando.

Estos cinco puntos destacan un año de guerra que ha trastornado suposiciones de larga data y ha girado en torno a la sabiduría convencional. Una región desgarrada por muerte y destrucción impensables, en la que antiguas fórmulas para la paz en Oriente Medio han dejado de funcionar. Los antiguos enemigos han experimentado los límites de la fuerza, mientras Israel y Gaza enfrentan un futuro incierto, con un panorama que puede tomar generaciones para recuperarse. Esta intensa situación demuestra la necesidad de un nuevo enfoque y una reevaluación de las políticas internacionales para lograr la paz en la región.