El costo de arriendo de servidores de Microsoft y Google aumenta.

En medio de la creciente tensión entre Estados Unidos y China, surgen nuevas estrategias por parte de las empresas chinas para sortear las restricciones impuestas por Washington. Uno de los sectores más afectados es el de la tecnología, específicamente en la adquisición de chips avanzados como los de NVIDIA, esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).

A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por limitar la compra de estos chips por parte de empresas chinas, informes recientes sugieren que las medidas no han tenido el impacto esperado. Empresas privadas han encontrado formas alternativas de obtener los componentes necesarios, desde el uso de filiales extranjeras hasta recurrir a servicios de computación en la nube.

La computación en la nube se ha convertido en una herramienta fundamental para el acceso a recursos informáticos de alta potencia, permitiendo a entidades corporativas, gubernamentales y educativas realizar tareas de IA sin la necesidad de poseer un centro de datos propio. Gigantes como Google Cloud y Microsoft Azure son utilizados por empresas chinas para eludir las restricciones comerciales, pagando por los servicios ofrecidos.

Además de los proveedores de renombre, existen múltiples pequeños proveedores que también brindan recursos informáticos para clientes chinos, equipados con hardware de última generación de NVIDIA y ubicados fuera de China. Esta estrategia ha permitido a las empresas chinas continuar con sus desarrollos en IA a pesar de las prohibiciones impuestas.

A pesar de las prohibiciones de venta de productos como los chips A100, A800, H100, H800, L40, L40S y RTX 4090 de NVIDIA en el mercado chino, China ha demostrado una determinación en alcanzar la autosuficiencia tecnológica en este sector. Desde la creación de equipos de litografía hasta la fabricación de obleas de silicio, el país asiático está avanzando rápidamente hacia la producción de sus propios componentes específicos de IA.

La tensión entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico continúa en aumento, con repercusiones que trascienden las fronteras de ambos países. La competencia por el liderazgo en el desarrollo de la IA y la tecnología de vanguardia sigue siendo un tema candente en el panorama internacional.

En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología y la IA, las decisiones y estrategias adoptadas por las potencias mundiales tienen un impacto significativo en el desarrollo y la innovación en este campo. Es fundamental seguir de cerca los acontecimientos y las acciones tomadas por los distintos actores para comprender las implicaciones a corto y largo plazo en el sector tecnológico a nivel global.