Empleados de Google: un año en la empresa

Un ex empleado de Google revela haber vivido en el campus de la empresa durante más de un año. Matthew Weaver compartió su experiencia en una casa rodante dentro de las instalaciones de la empresa en Mountain View, California, entre 2005 y 2006. A pesar de que inicialmente se vio desafiado por alguien a pasar un año completo allí, Weaver afirmó que otros trabajadores lo siguieron en su aventura después.

En aquella época, Google y otras grandes compañías tecnológicas eran conocidas por los beneficios adicionales que ofrecían a sus empleados. Weaver recordó las comodidades como las tres comidas al día en la cafetería, las duchas en el gimnasio y la lavandería gratuita en el campus, que le facilitaban la vida diaria. Además, mencionó las instalaciones recreativas disponibles, como salas con pianos y mesas de futbolín, que le proporcionaban entretenimiento cuando no estaba trabajando.

A pesar de vivir de forma tan poco convencional, Weaver aseguró que la seguridad de la empresa no le prestaba mucha atención. Sin embargo, con el paso del tiempo, el tema de su vivienda se volvió incómodo para explicar a las personas con las que salía, por lo que decidió mudarse.

La experiencia de Weaver no fue única en Google, ya que otro ex empleado, Brandon Oxendine, también compartió haber vivido en el campus de forma clandestina en una camioneta aparcada en el garaje. Este último mencionó que las reglas internas de la compañía limitaban el tiempo que podían pasar los empleados allí, lo que lo obligaba a mantener su estadía en secreto.

Por su parte, Ben Discoe se destaca como el posible poseedor del récord de mayor tiempo viviendo en el campus, con más de 60 semanas durante 2011 y 2012. Aunque reconoció haber «hecho trampa» al tener una novia con un departamento en la zona, Discoe disfrutó de las comodidades proporcionadas por Google, excepto por las cápsulas para dormir, que consideraba ruidosas e ineficaces.

En medio de estas historias, Google se ha mantenido en silencio al respecto. Si bien la compañía no alienta activamente a sus empleados a vivir en el lugar de trabajo, tampoco parece oponerse fuertemente a esta práctica. Esta particular forma de vida en el campus de Google revela la innovación y flexibilidad que caracteriza a muchas compañías tecnológicas en la actualidad.