Encuentran a valiente gato rescatado en altas torres eléctricas.

En el apasionante mundo de las operaciones de mantenimiento en líneas de transmisión de alta tensión, los técnicos se enfrentan a riesgos significativos debido a las alturas a las que deben trabajar y a la posibilidad de accidentes. Sin embargo, un avance tecnológico está marcando la diferencia en este ámbito: los robots aéreos.

El Grupo de Robótica, Visión y Control (GRVC) de la Universidad de Sevilla, dirigido por el doctor Aníbal Ollero, es un centro de investigación con una vasta experiencia en el diseño y desarrollo de robots aéreos y drones. Este grupo está inmerso en más de 20 proyectos, uno de los cuales se centra en mejorar la seguridad de los técnicos que se encargan de la infraestructura eléctrica.

El proyecto destacado, denominado AERIAL-CORE, ha logrado avances memorables en el campo de la robótica aérea. Su principal objetivo es desarrollar tecnologías y sistemas robóticos aéreos con capacidades cognitivas para llevar a cabo operaciones de inspección y mantenimiento en infraestructuras de difícil acceso, como las líneas eléctricas.

Una de las innovaciones más destacadas de este proyecto es un robot ligero de 3 kilogramos, equipado con dos brazos y una base rodante que le confiere gran versatilidad. Este robot es capaz de instalar dispositivos espantapájaros en las líneas eléctricas conforme a la normativa vigente, evitando así que los técnicos tengan que realizar esta tarea manualmente y exponerse a los peligros que conlleva.

Para colocar este robot en las líneas eléctricas, el GRVC ha implementado una estrategia que involucra el uso de drones multirrotor. Estos drones permiten posicionar con precisión al robot en la línea de alta tensión y luego desconectarlo adecuadamente una vez completada la tarea.

El tiempo requerido para instalar el robot en la línea de producción es de aproximadamente 80 segundos, mientras que el proceso de desconexión toma alrededor de 110 segundos. Esto significa que la operación completa, que incluye la instalación del dispositivo espantapájaros, demora alrededor de 4 minutos. Estos esfuerzos por mejorar la seguridad de los trabajadores en este tipo de instalaciones son realmente loables y valiosos.

En resumen, el proyecto AERIAL-CORE y el trabajo del Grupo de Robótica, Visión y Control de la Universidad de Sevilla representan un paso adelante en la implementación de tecnología robótica para garantizar la seguridad en las operaciones de mantenimiento de infraestructuras críticas. Estos avances no solo protegen la integridad de los trabajadores, sino que también mejoran la eficiencia y la precisión en estas tareas especializadas. Un ejemplo claro de cómo la tecnología puede contribuir a un entorno laboral más seguro y efectivo.