Estudio revela que sustancias tóxicas en alimentos afectan al cuerpo humano.

Un nuevo estudio ha revelado que más de 3.600 productos químicos que se filtran en los alimentos durante su fabricación, procesamiento, envasado y almacenamiento terminan en el cuerpo humano, y algunos de ellos están relacionados con graves problemas de salud.

Según el profesor de biología Martin Wagner de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, esta cifra es impactante y demuestra que los materiales en contacto con los alimentos son una fuente significativa de productos químicos en los humanos. Este estudio, publicado en el Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology, es el primero en vincular sistemáticamente los productos químicos utilizados en materiales para envasar y procesar alimentos con la exposición humana.

De los 3.600 productos químicos encontrados en el cuerpo como resultado del procesamiento de alimentos, 79 se sabe que causan cáncer, mutaciones genéticas, problemas endocrinos y reproductivos, y otras preocupaciones de salud. Además, se menciona que algunos de estos productos químicos pueden ser perjudiciales de formas que la ciencia aún no conoce.

La Dra. Jane Muncke, autora principal del estudio, menciona que muchos de estos productos químicos nocivos se encuentran en materiales de envasado y procesamiento de alimentos, como plásticos, recubrimientos de latas e incluso tintas de impresión, y pueden migrar hacia las personas, lo que representa un riesgo para la salud.

Entre los productos químicos tóxicos detectados tanto en alimentos como en el cuerpo humano se encuentra el bisfenol A, o BPA, un disruptor endocrino vinculado con anomalías fetales, bajo peso al nacer y trastornos cerebrales y de comportamiento en niños. Otros productos químicos detectados incluyen las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), presentes en un alto porcentaje de la población y asociadas con problemas hormonales, así como ftalatos que se encuentran en envases de alimentos y juguetes, y han sido relacionados con malformaciones genitales y otros problemas de salud.

A pesar de que muchos de estos productos químicos cumplen con las regulaciones actuales, el estudio resalta que no necesariamente son seguros. Se plantea la necesidad de que las empresas de alimentos revelen la cantidad y tipo de productos químicos que utilizan en los envases y materiales en contacto con los alimentos, con el fin de garantizar la seguridad de los consumidores.

Es importante tener en cuenta que la presencia de estos productos químicos en el cuerpo no garantiza que sean perjudiciales, aunque el objetivo debe ser minimizar la exposición a sustancias conocidas por sus efectos negativos en la salud. La falta de monitoreo y regulación en la industria alimentaria plantea desafíos en la protección de los consumidores, por lo que iniciativas como la audiencia pública que la FDA llevará a cabo para evaluar la seguridad de los productos químicos en los alimentos son cruciales para garantizar la salud pública.