Estudios revelan impacto imperceptible de un importante gas invernadero

En un descubrimiento sin precedentes, un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia ha encontrado la mayor fuga de metano registrada hasta el momento. Esta fuga tuvo lugar en un pozo de petróleo en la costa del Mar Caspio de Kazajstán, lo que ha puesto de manifiesto la relevancia del metano como gas de efecto invernadero en nuestro clima.

El metano, segundo gas de efecto invernadero más importante, posee un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el dióxido de carbono en una escala de 100 años. Aunque su permanencia en la atmósfera es menor que la del CO2, su impacto a corto plazo es significativo. Según datos de la Comisión Europea, en 20 años el metano será más de 80 veces más potente que el dióxido de carbono.

En el contexto de la lucha contra el cambio climático, el seguimiento de las fugas de metano se ha convertido en una herramienta crucial. El equipo investigador analizó detalladamente la fuga en el yacimiento petrolífero de Asia Central, revelando la magnitud del evento que superó a otros incidentes similares en el pasado.

Las mediciones satelitales desempeñan un papel fundamental en el estudio de las emisiones de metano, permitiendo comprender mejor la dimensión del problema y su impacto en el efecto invernadero atmosférico. Este tipo de tecnología ha desvelado la importancia de contar con un satélite dedicado específicamente al rastreo del metano en la atmósfera, lanzado a órbita en marzo de este año.

Estos avances tecnológicos se complementan con datos extraídos por satélites operativos como los del Programa Copérnico de la Agencia Espacial Europea. La combinación de estas herramientas ofrece una visión más completa y detallada de las emisiones de metano, lo que resulta crucial para combatir el cambio climático.

En resumen, el descubrimiento de la mayor fuga de metano jamás registrada pone de manifiesto la importancia de controlar y reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero. La combinación de investigaciones científicas y tecnología satelital ofrece nuevas perspectivas y herramientas para abordar este desafío ambiental de manera más efectiva.