Inundaciones en Europa Central obligan a evacuar a la población debido a fuertes lluvias.

Praga, República Checa –

Una noche más de lluvias torrenciales golpeando Europa Central ha obligado a evacuaciones masivas en las áreas más afectadas de la República Checa, donde las inundaciones alcanzaron niveles extremos el domingo. Meteorólogos han advertido que la situación aún podría empeorar a medida que las aguas en la mayoría de los ríos siguen subiendo, la crecida avanza por el país y nuevas lluvias intensas podrían regresar durante la noche.

Las autoridades han declarado las alertas de inundación más altas en casi 90 lugares de todo el país y en dos regiones del noreste que registraron las mayores precipitaciones en los últimos días, incluyendo las montañas Jeseníky cerca de la frontera con Polonia. En la ciudad de Opava, hasta 10.000 personas de una población de alrededor de 56.000 han sido solicitadas a abandonar sus hogares para dirigirse a terrenos más altos. Los rescatistas utilizaron botes para trasladar a las personas a salvo en un vecindario inundado por el furioso río Opava.

«Es necesario actuar de inmediato», afirmó el alcalde Tomáš Navrátil a la radio pública checa. Señaló que la situación era peor que durante las devastadoras inundaciones de 1997, conocidas como la «inundación del siglo». «Tenemos que centrarnos en salvar vidas», declaró el Primer Ministro Petr Fiala a la televisión pública checa el domingo. Su gobierno se reunirá posiblemente el lunes para evaluar los daños. «Lo peor aún no ha pasado», advirtió el primer ministro.

En la ciudad de Ostrava, la capital regional y tercera ciudad más grande de la República Checa, el río Oder que fluye hacia Polonia alcanzó niveles extremos, lo que provocó evacuaciones masivas. El alcalde de Ostrava, Jan Dohnal, mencionó que la ciudad enfrenta importantes interrupciones del tráfico en los próximos días, con casi ninguna operación de trenes en la región.

Pueblos y aldeas en las montañas Jeseníky, incluido el centro local de Jeseník, quedaron inundados y aislados por aguas turbulentas que convirtieron las carreteras en ríos. El ejército envió un helicóptero para ayudar en las evacuaciones. La alcaldesa de Jeseník, Zdenka Blišťanová, informó a la televisión pública checa que varias casas en su pueblo y en otras localidades cercanas fueron destruidas por las inundaciones. Además, varios puentes y carreteras resultaron gravemente dañados. Cuatro personas que fueron arrastradas por las aguas siguen desaparecidas, según la policía.

Cerca de 260,000 hogares estaban sin energía eléctrica el domingo por la mañana en todo el país, mientras que el tráfico se detuvo en muchas carreteras, incluida la importante autopista D1.

En Austria, se declaró al estado de Baja Austria como una zona de desastre, luego de que un bombero falleciera al resbalar en unas escaleras mientras sacaba agua de un sótano inundado en la ciudad de Tulln, informó el jefe del departamento de bomberos de Baja Austria, Dietmar Fahrafellner. El gobernador de Baja Austria, Johanna Mikl-Leitner, expresó que están viviendo horas difíciles y dramáticas, y que para muchas personas en la región, probablemente serán las más difíciles de sus vidas.

En Viena, el río Wien desbordó sus riberas, inundando hogares y forzando las primeras evacuaciones de viviendas cercanas al río.

El clima extremo también ha afectado a otros países de Europa Central, como Rumania, Alemania, Eslovaquia y Hungría, como resultado de un sistema de baja presión proveniente del norte de Italia que ha traído intensas precipitaciones a la región. Estos sucesos climáticos se presentan tras un inicio caluroso de septiembre en la región. Científicos han registrado el verano más caluroso en la Tierra, rompiendo un récord establecido hace solo un año. Un ambiente más cálido, impulsado por el cambio climático causado por el ser humano, puede dar lugar a lluvias más intensas.

Con contribuciones de Monika Scislowska en Varsovia, Polonia; Philipp-Moritz Jenne y Stephanie Liechtenstein en Viena; y Stephen McGrath en Sibiu, Rumania.