Invasión de especies: ¿Dónde están los últimos reductos libres en la Tierra?

El fenómeno de las especies invasoras ha sido un tema de interés y preocupación en todo el mundo, ya que estas criaturas que llegan a lugares a los que no pertenecen pueden causar estragos en los ecosistemas locales.

Pero, ¿existe algún lugar en el mundo que esté libre de especies invasoras? Esta es la pregunta que despertó el interés de Piero Genovesi, presidente del Grupo de Especialistas en Especies Invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Genovesi señala que a medida que los seres humanos se desplazan por el mundo, llevan consigo especies invasoras, lo que hace que sea cada vez más difícil encontrar lugares libres de estas criaturas. De hecho, literalmente no hay ninguna isla en el mundo que no haya tenido contacto con seres humanos en el siglo pasado.

Sin embargo, existen algunos ecosistemas extremos que han logrado mantenerse libres de especies invasoras. Por ejemplo, las bacterias termófilas que habitan en ambientes de calor excesivo, las aguas termales de Yellowstone e Islandia, las zonas áridas como el desierto de Arabia, y la zona pelágica del océano abierto son algunos de los pocos lugares donde las especies invasoras no han llegado.

Por otro lado, lugares como la selva tropical o ciertas islas remotas como la Isla Gough en el Atlántico Sur o el atolón de Palmyra en el Pacífico, han logrado mantenerse relativamente libres de especies invasoras debido a su aislamiento y la falta de contacto con seres humanos.

En un esfuerzo por controlar las especies invasoras, algunos países como Nueva Zelanda han implementado estrategias de erradicación, logrando liberar algunas islas de mamíferos invasores y restaurar el equilibrio en sus ecosistemas.

A pesar de los esfuerzos por controlar estas criaturas, los expertos coinciden en que la mejor manera de combatir las especies invasoras es previniendo su llegada en primer lugar. Sin embargo, con la creciente movilidad de las personas y el comercio global, resulta cada vez más difícil evitar que estas criaturas lleguen a nuevos lugares.

Aunque es casi imposible conservar todos los ecosistemas libres de especies invasoras, Genovesi sostiene que es posible mitigar su impacto y frenar el patrón de invasiones que está afectando gravemente a la biodiversidad en todo el mundo.