La inteligencia artificial: engañosa sabiduría que desconoce.

La inteligencia artificial (IA) ha ganado un lugar destacado en nuestras vidas, con más de 500 millones de personas confiando en plataformas como Gemini y ChatGPT para mantenerse informadas sobre una amplia gama de temas. Sin embargo, surge la cuestión de la fiabilidad de la información proporcionada por estos sistemas, especialmente cuando se trata de decisiones importantes como la salud o la educación.

En el Foro Económico Mundial de enero, el CEO de OpenAI, Sam Altman, destacó la importancia de la transparencia en la toma de decisiones de la IA. Según Altman, al igual que los humanos justificamos nuestras creencias a través de evidencia y argumentos, es fundamental que los sistemas de IA puedan explicar el razonamiento detrás de sus afirmaciones. Sin embargo, la realidad es que las actuales inteligencias artificiales, como los grandes modelos de lenguaje (LLM), no están diseñadas para razonar, sino para proyectar patrones basados en datos previos.

La falta de capacidad de las IA para explicar su razonamiento plantea un dilema en cuanto a la confiabilidad de sus afirmaciones. Si bien es cierto que muchos de los datos generados por estas plataformas son verídicos, se asemejan a lo que los filósofos llaman «casos Gettier», que combinan creencias verdaderas con ignorancia sobre la justificación de esas creencias. Como resultado, confiar ciegamente en la información proporcionada por la IA puede llevar a una ilusión de conocimiento.

Ante esta situación, es fundamental para los usuarios discernir entre la información verídica y la ilusoria generada por la IA. Si bien estas herramientas son poderosas y útiles en diversos campos, es crucial entender su funcionamiento y no depender exclusivamente de ellas en decisiones fundamentales. La transparencia y justificación de cada resultado generado por la IA son aspectos esenciales para garantizar su confiabilidad y utilidad para los usuarios.

En definitiva, la inteligencia artificial ofrece un vasto potencial para mejorar nuestras vidas, pero es imprescindible mantener una actitud crítica y reflexiva al interactuar con ella. La comprensión de sus limitaciones y la capacidad de cuestionar su razonamiento son pilares clave para aprovechar sus beneficios de manera responsable y efectiva.