Redacción - El Semanal
La Inteligencia de Procesos (PI) revoluciona la gestión pública: eficiencia y transparencia en la era digital
En un mundo donde la eficiencia y la transparencia en la gestión pública son más cruciales que nunca, la tecnología emerge como una herramienta indispensable para lograr estos objetivos. La Inteligencia de Procesos (PI) se destaca como una innovación que está transformando la manera en que los gobiernos y las organizaciones públicas operan, permitiéndoles tomar decisiones informadas y optimizar sus procesos de manera sin precedentes.
La historia de Oklahoma es un ejemplo paradigmático de cómo la PI puede revolucionar la gestión pública. En abril de 2023, un informe legislativo reveló que las agencias del estado habían gastado $3 mil millones sin la debida supervisión. Janet Morrow, directora de la División de Riesgos, Evaluación y Cumplimiento de Oklahoma, encontró la solución en la tecnología de PI de Celonis. En solo 60 días, el sistema revisó $29.4 mil millones en líneas de pedidos de compra, identificando $8.48 mil millones en compras exentas estatutarias y señalando transacciones problemáticas. La implementación de esta tecnología no solo mejoró la transparencia, sino que también permitió una supervisión en tiempo real, reduciendo la necesidad de auditorías multianuales y optimizando el uso de recursos.
Pero Oklahoma no es el único caso de éxito. En Texas, la organización sin fines de lucro Evident Change utilizó la PI para analizar 400,000 puntos de datos de los sistemas de justicia juvenil y salud pública. Descubrieron que el tratamiento de salud mental que recibían los jóvenes infractores era un predictor más fuerte de encarcelamiento que la gravedad del delito que los llevó al sistema. Este hallazgo, que inicialmente no fue creído, fue confirmado mediante el análisis de PI, lo que permitió identificar un patrón oculto que podría ser abordado para mejorar los resultados.
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos enfrenta desafíos financieros de una escala mucho mayor. A pesar de recibir más de un billón de dólares en financiamiento, nunca ha pasado una auditoría limpia. La implementación de la PI podría ser la clave para desentrañar la complejidad de sus procesos financieros y mejorar la transparencia y la eficiencia en la gestión de sus recursos.
La autorización FedRAMP reciente para la tecnología de Celonis es un paso significativo hacia la modernización de los sistemas gubernamentales. Esta certificación, obtenida en colaboración con Knox Systems, posiciona a la PI como la base para el cumplimiento de la próxima generación de software como servicio (SaaS) para el gobierno.
La esencia de la PI radica en su capacidad para crear un «gemelo digital vivo» de los procesos de una organización, permitiendo una comprensión profunda y en tiempo real de cómo se realizan las cosas. Esto no solo es aplicable a la esfera pública, sino que también está siendo adoptado por hospitales y servicios de salud en el Reino Unido, donde ha logrado reducir listas de espera y mejorar la eficiencia en la atención.
Sin embargo, la implementación exitosa de la PI no solo depende de la tecnología. Requiere una cultura de mejora continua y una voluntad de cambio. Como afirma Aubrey Vaughan, vicepresidente de Estrategia para el Sector Público de Celonis, «La mejora operativa continua es un estilo de vida. Necesitas tener una cultura que quiera construir mejores procesos, mejores sistemas, sistemas más eficientes».
En conclusión, la Inteligencia de Procesos está llamada a revolucionar la gestión pública, ofreciendo herramientas poderosas para mejorar la eficiencia, la transparencia y la toma de decisiones. A medida que más organizaciones y gobiernos adopten esta tecnología, podemos esperar ver mejoras significativas en la manera en que se prestan los servicios públicos, contribuyendo a una sociedad más justa y eficiente.
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