Las opciones informáticas ante el auge de la inteligencia artificial.

La infraestructura de datos empresariales sigue transformándose con la innovación tecnológica, especialmente en lo que respecta a la inteligencia artificial generativa, que demanda grandes cantidades de datos y recursos. En este sentido, líderes de empresas se han visto enfrentando la cuestión de optar entre la nube, el borde (edge) o las instalaciones locales (on-prem). Por un lado, necesitan acceso casi instantáneo a los datos; por otro lado, necesitan garantizar la protección de esos datos.

Según medios de comunicación especializados, cada vez más empresas están viendo los modelos híbridos como el camino a seguir, ya que pueden aprovechar las diferentes ventajas que ofrecen la nube, el borde y las instalaciones locales. De hecho, el 85% de los compradores de servicios de nube se encuentran desplegando o en proceso de desplegar una nube híbrida, según IDC.

El panorama de la infraestructura de datos ha ido evolucionando en la última década, donde, si bien la nube solía estar asociada a los centros de datos hiperscala, ahora se reconoce que la nube es un modelo operativo que puede implementarse en cualquier lugar. Esto ha abierto la puerta a nuevas formas de aprovechar la nube híbrida y el borde para maximizar el valor de la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial, en particular, está impulsando el cambio hacia la nube híbrida y el borde debido a que los modelos requieren cada vez más potencia computacional y acceso a grandes conjuntos de datos. Esta combinación, junto con la inteligencia artificial, está transformando de manera significativa el panorama tecnológico empresarial.

El borde aborda problemas que la computación en la nube no puede resolver por sí sola, como aplicaciones sensibles a la latencia, donde cada milisegundo cuenta, demandando sistemas locales para respuestas en tiempo real. Asimismo, el borde es beneficioso en entornos con conectividad limitada, como dispositivos de Internet de las cosas (IoT) que pueden moverse en áreas con cobertura variable. En este sentido, el borde facilita el procesamiento rápido de datos para tareas como reconocimiento de imágenes y mantenimiento predictivo.

Uno de los principales retos de la infraestructura de datos es la enorme cantidad de información generada diariamente, con proyecciones que indican un crecimiento exponencial en los próximos años. Ante este escenario, el borde puede jugar un papel crucial al procesar datos cerca de su origen, reduciendo la latencia y optimizando la eficiencia de las empresas. Además, en un contexto donde la soberanía de los datos es una preocupación creciente, el borde se presenta como una solución viable.

En cuanto a los modelos híbridos, ofrecen beneficios distintos en diferentes entornos de nube. Por ejemplo, la escalabilidad automática para cubrir picos de demanda es ideal en la nube pública, mientras que los centros de datos locales pueden garantizar la seguridad y el control de datos propietarios. En este sentido, la combinación de modelos híbridos permite a las empresas elegir la mejor herramienta para cada tarea específica.

En definitiva, la evolución de la infraestructura de inteligencia artificial está marcando un cambio en la forma en que las empresas enfrentan los desafíos de datos y recursos. La adopción de modelos híbridos y la integración del borde en las estrategias empresariales son tendencias que están moldeando el futuro del sector tecnológico.