Maguire salva al United en Porto y apoya a Ten Hag, en El Semanal.

El Manchester United consiguió un empate por 3-3 contra el FC Porto en la UEFA Europa League, gracias a un gol de último minuto de Harry Maguire, rescatando así al entrenador Erik ten Hag de una derrota humillante. A pesar de ponerse 2-0 arriba en los primeros 20 minutos con goles de Marcus Rashford y Rasmus Højlund, el equipo inglés permitió que el Porto igualara el marcador antes del descanso a través de Pepê y Samu Omorodion. Esta tendencia de perder ventajas ha sido una constante para el United, evidenciando problemas tanto de mentalidad como estructurales bajo el mando de Ten Hag.

El patrón de ceder goles en ráfagas cortas, especialmente en competiciones europeas, ha sido una debilidad recurrente para el Manchester United. En este partido, el equipo de Ten Hag concedió dos goles en siete minutos, viendo cómo su ventaja de dos goles se esfumaba durante una primera mitad frenética, lo que refleja la dificultad del equipo para sobreponerse a contratiempos durante los partidos.

Samu Omorodion, jugador del Porto, destacó en el encuentro mostrando un desempeño sobresaliente que dejó en evidencia lo que el Chelsea pudo haberse perdido. A pesar de un frustrado intento de fichaje por parte del club inglés, el delantero español brilló en el Estádio do Dragão con dos goles fundamentales que pusieron en aprietos a la defensa del United.

En cuanto a aspectos positivos para el Manchester United, Marcus Rashford y Rasmus Højlund demostraron su valía al lucir agudos en el campo. A pesar de la lesión de Rashford en pretemporada, el delantero inglés consiguió su cuarto gol de la temporada en un partido en el que Højlund también mostró destellos de calidad. Sin embargo, la necesidad de generar más goles por parte de estos jugadores se vuelve imperante para un equipo que ha tenido dificultades en este aspecto.

El empate de último minuto ofreció un respiro momentáneo para Erik ten Hag y el Manchester United, pero la presión sobre el entrenador no se disipa. Con solo tres victorias en lo que va de temporada y una racha de partidos sin triunfos, la visita al Aston Villa se convierte en un momento crucial para el futuro del equipo y de su estratega. La necesidad de detener esta mala racha y encontrar soluciones a los problemas defensivos y de mentalidad se vuelve imperativa si el United busca enderezar el rumbo antes del receso internacional.