Protesta húngara contra la fábrica de propaganda estatal y exige prensa imparcial.

En Budapest, Hungría, se ha desatado una ola de protestas ciudadanas en respuesta a lo que se ha denominado como una «fábrica de propaganda» por parte de los medios estatales. Los manifestantes exigen un periodismo imparcial y libre de influencias políticas en un país donde la libertad de prensa ha sido un tema delicado en los últimos tiempos.

La convocatoria para las protestas surgió después de que el Parlamento húngaro aprobó la creación de un nuevo conglomerado de medios de comunicación estatales, que se espera refuerce el control gubernamental sobre la información que se difunde en el país. Este paso ha generado preocupación entre la población y ha sido percibido como un intento de limitar la libertad de expresión.

Los manifestantes se han congregado en la Plaza Kossuth de Budapest, portando carteles con consignas como «Queremos prensa libre» y «No a la censura». La petición principal de los protestantes es destituir a los directivos de los medios estatales y garantizar la independencia editorial de los mismos, evitando así la manipulación de la información a favor de los intereses políticos del gobierno.

Las críticas a la gestión de los medios de comunicación estatales no son algo nuevo en Hungría. Durante el mandato del primer ministro Viktor Orbán, se ha denunciado en repetidas ocasiones la falta de pluralismo y objetividad en la cobertura informativa, lo que ha llevado a que el país sea señalado por organismos internacionales por su deterioro en materia de libertad de prensa.

En este contexto, la sociedad civil ha alzado su voz en defensa de un periodismo independiente y crítico, fundamental para el correcto funcionamiento de una democracia. La presión popular busca recordar a las autoridades húngaras la importancia de garantizar el derecho a la información veraz y libre de manipulaciones, como pilar fundamental de una sociedad democrática y plural.