Una computadora pronto adquirirá características humanas en un sorprendente desarrollo científico.

En un mundo donde la constante búsqueda de innovación y avance tecnológico es una prioridad, el reinado del smartphone parece estar llegando a su final. Durante años, se ha trabajado arduamente en encontrar un dispositivo que pueda sustituir a este aparato que se ha convertido en una extensión de nosotros mismos. Empresas líderes en el campo de la ciencia y la tecnología han estado desarrollando nuevos formatos, aplicaciones, sistemas y servicios para teléfonos móviles, buscando el próximo gran invento que revolucione la industria.

Los teléfonos móviles han alcanzado un estatus donde prácticamente se han vuelto indispensables en nuestra vida diaria. Nos acompañan a todas partes y su ausencia nos genera una extraña sensación de vacío. Esta dependencia ha convertido a la industria móvil en una de las más lucrativas, ya que los usuarios constantemente buscan actualizar sus dispositivos, como el caso notorio de los seguidores de Apple que adquieren cada nuevo iPhone que se lanza al mercado.

Sin embargo, a pesar de los intentos de introducir inteligencia artificial en dispositivos como la aguja de inteligencia artificial o Rabbit R1, estos esfuerzos han fracasado, dejando abierta la pregunta sobre cuál será el próximo dispositivo revolucionario que reemplace al smartphone. Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, ha compartido su visión sobre el futuro al afirmar que las gafas inteligentes serán la próxima gran plataforma informática y reemplazarán gradualmente a los teléfonos móviles para la década de 2030.

Zuckerberg plantea que el uso de las gafas inteligentes no será un cambio repentino, sino un proceso gradual donde se irá delegando cada vez más funciones a este nuevo dispositivo, similar a lo que ha sucedido con los ordenadores frente a los smartphones. Empresas como Apple y Meta se perfilan como líderes en el desarrollo de gafas inteligentes, pero la competencia no se queda atrás, con una variedad de compañías ofreciendo productos similares.

En un futuro cercano, es posible que veamos cómo los teléfonos inteligentes pasan a un segundo plano en nuestra vida diaria, siendo reemplazados por las comodidades y prestaciones que ofrecen las gafas inteligentes. El avance tecnológico avanza a pasos agigantados, y será interesante observar cómo esta transición impactará en nuestra interacción diaria con la tecnología. La década de 2030 se vislumbra como el periodo en el cual las gafas inteligentes podrían consolidarse como el nuevo estándar en dispositivos tecnológicos, marcando así el inicio de una nueva era en el mundo de la comunicación y la conectividad.