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Jokic sufre reveses; Nuggets pierden cuarto partido crucial.

La serie de semifinales de la Conferencia Oeste entre los Denver Nuggets y los Oklahoma City Thunder alcanza un punto de inflexión con un empate a dos. El Game 4 evidenció una preocupante ineficiencia ofensiva en ambos equipos, especialmente en Nikola Jokic, la estrella de los Nuggets. Esta derrota ajustada, con un marcador final de 92-87 a favor de los Thunder, subraya los desafíos que enfrenta Denver en una contienda cada vez más física y estratégicamente compleja.

Nikola Jokic, a pesar de finalizar el encuentro con 27 puntos, mostró una notable falta de acierto, con solo 7 aciertos de 22 intentos de campo. Un momento clave de su falencia ocurrió en los minutos finales, al fallar dos tiros libres cruciales con el marcador apretado. Este desempeño inconsistente se suma a un patrón reciente: tras una destacada actuación de 42 puntos en el primer encuentro, la racha de tiro de Jokic ha disminuido drásticamente, registrando un porcentaje inferior al 34% en los últimos tres partidos.

Según datos de investigación deportiva, esta secuencia marca la primera vez en la carrera de Jokic, tanto en temporada regular como en playoffs, que registra tres partidos seguidos con una efectividad por debajo del 40% en al menos 15 intentos. El propio jugador serbio atribuyó estas dificultades a múltiples factores, destacando la intensa defensa física del Thunder, que reduce los espacios y dificulta su juego. A la vez, reconoció haber fallado varios tiros abiertos, indicando la necesidad de una mejor ejecución individual.

En el lado opuesto, Shai Gilgeous-Alexander, otro de los finalistas al MVP, demostró su capacidad para resolver en los momentos decisivos. El escolta de Oklahoma City anotó puntos clave en los últimos cinco minutos del encuentro, superando las dificultades que su equipo había mostrado para cerrar partidos en las derrotas anteriores. Gilgeous-Alexander enfatizó la importancia de que los jugadores clave asuman responsabilidades en situaciones de alta presión, destacando que son estos momentos los que definen a los equipos y a los individuos.

El Game 4 también se caracterizó por una ineficacia colectiva en el tiro, registrando el porcentaje combinado más bajo en postemporada desde 2004. El inicio del partido fue particularmente lento ofensivamente, con ambos equipos sumando solo 25 puntos en el primer cuarto, igualando el mínimo histórico en la era del reloj de posesión para un primer periodo de playoffs. Las dificultades se extendieron al tiro de tres puntos, con una racha inicial de 32 fallos combinados, hasta que Russell Westbrook rompió la sequía con un triple que despertó al público local.

David Adelman, entrenador interino de los Nuggets, sugirió que la fatiga acumulada tras un partido anterior extenuante jugado en tiempo extra pudo haber afectado a ambos equipos. Era el séptimo encuentro para Denver en 13 días, tras una exigente serie de primera ronda. Sin embargo, Jokic desestimó la fatiga como factor en sus problemas ofensivos, asegurando que no piensa en ello durante el partido.

La defensa de Oklahoma City sobre Jokic ha sido un punto fundamental en la serie. El pívot Isaiah Hartenstein ha desempeñado un papel destacado en limitar la efectividad del serbio. Los datos de seguimiento señalan que Jokic tuvo un acierto limitado cuando Hartenstein fue su defensor principal en el Game 4. Hartenstein destacó la importancia de la disciplina y el esfuerzo defensivo colectivo para contener a un jugador del calibre de Jokic, reconociendo que, pese a los esfuerzos, este siempre encontrará maneras de anotar puntos a lo largo de la serie.

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Escrito por Redacción - El Semanal

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