Redacción - El Semanal
En un momento en el que la recuperación de la industria aérea está en pleno apogeo en todo el mundo, las aerolíneas canadienses enfrentan un panorama desafiante y preocupante. Diversas ciudades más pequeñas están viendo cómo las rutas aéreas se reducen significativamente, dejando a comunidades enteras desconectadas y con un acceso limitado a servicios esenciales.
Desde el Aeropuerto Internacional de Gander, Reg Wright observa cómo el número de vuelos ha disminuido drásticamente en los últimos años. «En Terranova, tenemos un dicho llamado la viuda del pescador, que básicamente se refiere a cualquiera que espera con ansias el regreso de un ser querido. Durante la pandemia, pasé mucho tiempo en esa postura, contando números y preguntándome cuándo llegaría la recuperación», mencionó Wright. La realidad es que el aeropuerto ha perdido cuatro rutas desde 2019, incluida una ruta de WestJet a Halifax, lo que ha impactado considerablemente en la conectividad de la región.
Si bien los aeropuertos más grandes de Canadá han recuperado aproximadamente el 98% de la capacidad de pasajeros de 2019, la situación es muy diferente en los aeropuertos más pequeños. Las ciudades de menor tamaño y algunas ciudades de tamaño mediano han visto un declive en el tráfico aéreo, lo que ha provocado un aumento en los precios de los boletos y una disminución en la conectividad interna del país.
Uno de los principales impulsores de la recuperación de la industria son las rutas entre las ciudades más grandes, con incrementos significativos en volúmenes de vuelos. Sin embargo, el panorama cambia drásticamente cuando se trata de los viajes regionales. El número de vuelos directos se ha reducido considerablemente en diversas rutas, lo que ha llevado a un aumento sustancial en los precios de los boletos, dificultando aún más los viajes entre comunidades distantes.
La escasez de vuelos regionales no solo afecta a los viajeros de placer o de negocios, sino que también impacta en la economía y en la prestación de servicios críticos en regiones apartadas. «La aviación es realmente un pilar fundamental que mantiene unido a nuestro país. Hay muchas comunidades rurales y remotas que dependen completamente de los viajes aéreos para tener utilidad económica y social y participar activamente en la aldea global», señaló Wright, mostrando la importancia de mantener la conectividad aérea en todo el territorio canadiense.
Varios factores han contribuido a la disminución de los vuelos regionales, desde la simplificación de las flotas de las aerolíneas durante la pandemia hasta la escasez de pilotos y la reducción de la competencia en muchas rutas. Este panorama ha llevado a que los residentes de diversas comunidades tengan que recurrir a vuelos internacionales para cubrir sus necesidades de viaje, lo que ha repercutido en los ingresos de las aerolíneas y aeropuertos canadienses.
En este contexto, expertos y líderes de la industria abogan por un mayor apoyo directo a los vuelos regionales, inspirándose en iniciativas como el Programa de Servicio Aéreo Esencial de los Estados Unidos, que garantiza vuelos programados a cientos de comunidades pequeñas mediante subsidios a las aerolíneas. Este enfoque podría ser clave para mantener la conectividad aérea en Canadá y para asegurar que ninguna comunidad quede rezagada en términos de servicios aéreos.
A medida que la industria aérea canadiense enfrenta estos desafíos, es crucial encontrar soluciones efectivas que garanticen la conectividad y la accesibilidad de todas las regiones del país. La situación actual demanda acciones decisivas y un compromiso conjunto para superar los obstáculos y construir un futuro más sostenible y equitativo en términos de transporte aéreo en Canadá.
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