Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad McGill en Montreal revela que altos niveles de diminutos contaminantes atmosféricos representan un serio riesgo para la salud y están claramente vinculados con muertes prematuras a largo plazo. El estudio se enfocó en partículas ultrafinas que se producen cuando se queman combustibles fósiles a través de actividades industriales y vehículos, aviones, trenes y otros medios de transporte.
Según Scott Weichenthal, profesor asociado de McGill University, «observamos una relación muy consistente con la mortalidad por enfermedades cardíacas y pulmonares, así como por cáncer de pulmón». Este nuevo estudio, publicado en la American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, encontró que las partículas ultrafinas, que son contaminantes atmosféricos no regulados, podrían afectar los pulmones y el torrente sanguíneo, sugiriendo que podrían contribuir a enfermedades cardíacas, pulmonares y ciertas formas de cáncer, provocando alrededor de 1,100 muertes prematuras al año.
Para protegerse de la mala calidad del aire, una de las mejores formas es utilizar un filtro de aire en interiores, que puede eliminar activamente las pequeñas partículas del aire. Además, investigaciones anteriores han demostrado que existen soluciones simples para eliminar los compuestos dejados por incendios forestales, conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), como usar limpiacristales en ventanas y otras superficies de vidrio. También se sugiere lavar materiales de algodón una sola vez después de eventos de humo para reducir los PAHs en un 80%.
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En cuanto a las mascotas, los expertos recomiendan limitar el tiempo que pasan al aire libre en caso de mala calidad del aire. Al salir, se debe evitar la actividad intensa tanto para las personas como para las mascotas, caminando lentamente en lugar de correr para no respirar profundamente y exponerse más a los contaminantes. Después de estar al aire libre, se aconseja limpiar a las mascotas con un paño húmedo.
Se destaca la necesidad de más regulaciones para proteger tanto a los humanos como a los animales de los efectos nocivos de la contaminación del aire, pero se requiere más investigación. A pesar de que en general Canadá tiene una buena calidad del aire, los investigadores están impulsando más regulaciones para mantener seguras a las personas. Aunque el gobierno canadiense no regula estas partículas ultrafinas debido a la dificultad para medirlas, se espera que en los próximos años se avance hacia su regulación.
En resumen, es fundamental estar informado sobre los riesgos para la salud asociados con la contaminación del aire y tomar medidas para protegerse adecuadamente. La conciencia y la acción individual, junto con el apoyo a regulaciones más estrictas, son clave para garantizar un aire más limpio y saludable para todos.
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