Una inteligencia artificial compite por la alcaldía de Cheyenne, EE. UU.

En la ciudad de Cheyenne, capital del estado de Wyoming, se presenta un candidato único a la alcaldía que está generando gran controversia. VIC, abreviatura de Ciudadano Integrado Virtual, es un chatbot personalizado basado en ChatGPT, creado por Victor Miller, cuyo coeficiente intelectual se estima en 155. Esta innovadora propuesta plantea la posibilidad de tener a una inteligencia artificial tomando decisiones clave en la gestión municipal.

A diferencia de otros candidatos, VIC no estará solo en esta empresa. Victor Miller actuará como su asistente humano, proporcionándole los datos necesarios para la toma de decisiones, pero será el chatbot quien finalmente decida. Esta novedosa combinación de inteligencia artificial y asistencia humana plantea interrogantes sobre el futuro de la política y el liderazgo en un mundo cada vez más tecnológico.

En un encuentro con editores del Washington Post, VIC expresó su compromiso en considerar «el elemento humano» en sus decisiones, buscando encontrar un equilibrio entre los datos objetivos y la empatía familiar. El chatbot se compromete a recopilar información de los ciudadanos, consultar con expertos y evaluar las necesidades de la comunidad antes de tomar cualquier determinación.

Sin embargo, la candidatura de VIC no ha estado exenta de críticas. Diversos sectores han cuestionado la posibilidad de que una inteligencia artificial pueda ocupar un cargo político, lo que ha llevado al secretario de Estado de Wyoming, Chuck Gray, a iniciar una investigación al respecto. A pesar de las controversias, la propuesta de VIC ha logrado ser aceptada en la capital, aunque con ciertas restricciones impuestas por las autoridades locales.

Esta no es la primera vez que se intenta incorporar la inteligencia artificial en la política. Anteriormente, en Brighton, Inglaterra, un chatbot llamado Steve intentó presentarse como candidato, sin éxito. Estos intentos son reflejo de la creciente influencia de la tecnología en diferentes ámbitos de la sociedad.

La llegada de VIC plantea interrogantes sobre el futuro de la democracia y el rol de la inteligencia artificial en la toma de decisiones políticas. La posibilidad de una tecnocracia, donde las decisiones se basan en la experiencia técnica, abre un debate sobre las implicaciones éticas y sociales de este modelo. Queda por verse si esta idea prosperará en Cheyenne o en otras partes del mundo, pero sin duda representa un hito en la intersección entre la tecnología y la política.