Redacción - El Semanal
Las autoridades brasileñas han anunciado que comenzarán a imponer restricciones en la entrada de algunos extranjeros asiáticos que utilizan el país como punto de partida para migrar hacia Estados Unidos y Canadá, según informó la oficina de prensa del Ministerio de Justicia el pasado miércoles.
Estas nuevas medidas, que entrarán en vigor a partir del próximo lunes, afectarán a los migrantes de países asiáticos que requieren visas para permanecer en Brasil. Sin embargo, no se aplicarán a las personas de países asiáticos que actualmente están exentas de visado para entrar en Brasil. Además, ciudadanos estadounidenses y muchos europeos no necesitan visa para viajar a Brasil.
De acuerdo con una investigación de la Policía Federal, estos migrantes a menudo compran vuelos con escalas en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, con la intención de dirigirse a otros destinos, pero luego optan por quedarse en Brasil como punto de partida para su viaje hacia el norte, según documentos oficiales proporcionados a The Associated Press.
Más del 70 por ciento de las solicitudes de refugio en el aeropuerto provienen de personas con nacionalidades indias, nepalesas o vietnamitas, de acuerdo con uno de los documentos. Los países africanos de Somalia, Camerún, Ghana y Etiopía representan el 30 por ciento restante de solicitantes de refugio.
A partir de la próxima semana, los viajeros sin visado tendrán que continuar su viaje en avión o regresar a su país de origen, así lo anunció el Ministerio de Justicia.
Una investigación de Associated Press en julio descubrió que muchos migrantes provenientes de Asia, incluidos algunos de Vietnam e India, pasan por la Amazonía y regresan al estado de Acre, en la frontera con Perú, debido a las políticas fronterizas de Estados Unidos que generan una actitud de espera entre ellos.
Hasta el momento, las nuevas directrices no se aplicarán a los casi 500 migrantes que actualmente se encuentran acampando en el aeropuerto internacional de Sao Paulo.
Remullo Diniz, coordinador de Gefron, el grupo policial de Acre encargado de las operaciones fronterizas, señaló que las autoridades locales se reunieron con diplomáticos estadounidenses para abordar la situación de los migrantes asiáticos e indocumentados en la región.
La creciente llegada de extranjeros y la diversidad de nacionalidades que representan, como Bangladesh e Indonesia, plantean preocupaciones sobre la posibilidad de que estén evadiendo a las autoridades o formando parte de redes de tráfico ilegal, incluyendo el tráfico de drogas y de niños no acompañados.
En términos generales, estas nuevas restricciones tienen como objetivo controlar el flujo migratorio en Brasil, que ha experimentado un considerable aumento en las solicitudes de refugio, superando las cifras de años anteriores y planteando desafíos logísticos y de seguridad para las autoridades locales.
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