Redacción - El Semanal
En Seattle, EE. UU., un terrible suceso ha conmocionado a la comunidad. Un hombre acusado de robar un coche a una querida paseadora de perros de 80 años, atropellarla y posteriormente apuñalar a su perro hasta la muerte ha sido acusado de asesinato y crueldad animal.
Jahmed Kamal Haynes, de 48 años, enfrenta cargos de asesinato en primer grado, asalto en segundo grado y crueldad animal en primer grado, según un documento presentado ante el tribunal. Los fiscales solicitaron que permanezca en la cárcel sin posibilidad de fianza y el juez lo concedió. Haynes tiene previsto comparecer ante el tribunal el 5 de septiembre.
Ruth Dalton se encontraba estacionada en el lado de la carretera en el vecindario de Madison Valley en Seattle, alrededor de las 10 de la mañana del martes, cuando Haynes se subió al asiento del pasajero, según los fiscales. Dalton trató de alejarse mientras Haynes intentaba tomar el control del vehículo, empujándola y arrojándola a la carretera, chocando contra varios coches estacionados antes de atropellarla mientras huía de la escena, indicaron los fiscales.
Varios transeúntes intentaron intervenir, uno de ellos llevando un bate o un palo, pero Haynes los amenazó con un cuchillo, según los fiscales. Después de huir, los testigos intentaron salvar a Dalton, pero lamentablemente falleció en el lugar.
Tras abandonar el vecindario, Haynes apuñaló al perro de Dalton hasta la muerte en un parque, informaron los fiscales.
La policía de Seattle identificó al sospechoso después de que alguien informara que un hombre estaba maltratando a un perro en el parque. Los agentes respondieron y encontraron el coche de Dalton cerca, logrando obtener huellas dactilares de su teléfono móvil, afirmó el subjefe de la policía de Seattle, Eric Barden, durante una rueda de prensa el miércoles.
Cuando la policía arrestó a Haynes cerca de su casa, llevaba un cuchillo con sangre y las llaves del Subaru de Dalton, confirmó Barden.
Los fiscales argumentaron que Haynes tiene un historial criminal extenso y violento, habiendo sido condenado por homicidio vehicular en 1993, robo a mano armada en 1999 y agresión a dos oficiales correccionales en 2003, demostrando así su peligrosidad para la comunidad, según el fiscal Brent Kling.
Este trágico incidente ha generado una profunda consternación en Seattle, recordándonos la importancia de la seguridad ciudadana y la prevención de la violencia. Las autoridades continúan investigando para garantizar que se haga justicia ante tan horrendo acto.
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