El funcionamiento correcto de nuestro organismo depende en gran medida del equilibrio hormonal. Las hormonas juegan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, el metabolismo, el deseo sexual, los patrones de sueño, la reproducción y la forma en que enfrentamos el estrés. Mantener un nivel óptimo de cada hormona y asegurar que trabajen juntas en armonía es fundamental para la salud.
Sin embargo, en ocasiones, este equilibrio se ve alterado, y las hormonas, siendo extremadamente sensibles, pueden afectarse tanto por el exceso como por la falta de alguna de ellas. Este desequilibrio hormonal es algo que las mujeres suelen notar con mayor intensidad.
Hemos conversado con la doctora Andrea Azcárate Villalón, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, quien nos ha explicado la importancia del equilibrio hormonal en la salud de la mujer. Según la especialista, las hormonas femeninas, en particular los estrógenos y los gestágenos, no solo regulan el ciclo menstrual, sino que también tienen un impacto directo en la salud general, el peso y el estado de ánimo.
Los desequilibrios hormonales afectan especialmente a las mujeres, y las causas pueden ser diversas. Alteraciones en las hormonas femeninas pueden manifestarse a través de trastornos del ciclo menstrual, como la amenorrea, la oligomenorrea o la hipermenorrea. Estos problemas menstruales pueden ser indicativos de otras patologías relacionadas con desequilibrios hormonales en el organismo.
Enfermedades como la infertilidad, problemas en el desarrollo de los órganos sexuales, cáncer ginecológico, trastornos de la tiroides, tumores de hipófisis y trastornos del hipotálamo, entre otros, pueden estar asociadas a desequilibrios hormonales en las mujeres. Además, los trastornos derivados de la menopausia pueden aumentar el riesgo de padecer otras enfermedades, como las cardiovasculares.
Es crucial estar atentos a las señales que pueden indicar desequilibrios hormonales, especialmente en momentos clave como la pubertad, la menstruación, el embarazo y la menopausia. Factores como el estrés, una dieta desequilibrada, cambios en el peso corporal, trastornos de la tiroides y ciertas condiciones médicas pueden contribuir a estas alteraciones.
Los síntomas de desequilibrios hormonales pueden manifestarse a través de problemas en la piel, cambios en el ciclo menstrual y el peso corporal, problemas de energía y fatiga, cambios bruscos en el estado de ánimo, y problemas digestivos como estreñimiento o hinchazón abdominal.
Para tratar y prevenir desequilibrios hormonales, es fundamental contar con un tratamiento personalizado dependiendo de la causa. Medicamentos que contienen formas de estrógeno y progesterona pueden ayudar a regular los ciclos menstruales irregulares y los síntomas asociados. Asimismo, existen fármacos que pueden reducir temporalmente los síntomas severos de la menopausia, como los sofocos y los sudores nocturnos. Es importante consultar con un especialista en Endocrinología para recibir el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida.
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