Informe muestra desafíos de telecomunicaciones europeas ante gigantes mundiales

El informe sobre la competitividad futura de Europa, elaborado por el economista y expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, por encargo de la Comisión Europea, resalta el sector tecnológico como una pieza clave para el crecimiento en el continente. Se reconoce la importancia estratégica de este sector, así como los desafíos que enfrenta la industria europea de las telecomunicaciones en su competencia con actores de Estados Unidos y China.

Un aspecto destacado en el informe es la disparidad entre la Unión Europea y el resto del mundo en cuanto al número de operadores en el sector de las telecomunicaciones. Mientras que en Europa existen decenas de proveedores, en Estados Unidos y China solo hay un pequeño número de actores dominantes. Esta falta de escala en Europa limita la capacidad de las empresas de ofrecer servicios avanzados de conectividad y plataformas innovadoras tanto a ciudadanos como a empresas.

Según José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, los cambios regulatorios y la mejora de las capacidades de red son fundamentales para reactivar la competitividad de la industria europea de las telecomunicaciones. En la actualidad, la UE cuenta con 34 operadores de redes móviles y 351 operadores virtuales sin inversión, en comparación con los pocos operadores en Estados Unidos y China.

El informe también resalta que la caída de precios en Europa ha beneficiado a los consumidores y empresas, pero ha impactado negativamente en la rentabilidad del sector a largo plazo. Esto ha llevado a una disminución en la inversión en nuevas tecnologías más allá de la conectividad básica. Los ingresos por usuario y el gasto de capital per cápita en Europa son significativamente inferiores a los de Estados Unidos y Japón, lo que refleja un desequilibrio en términos de inversión y rentabilidad.

En resumen, el sector de las telecomunicaciones en Europa enfrenta desafíos importantes en su competencia con actores globales, especialmente en lo que respecta a la escala de operación, la inversión en nuevas tecnologías y la rentabilidad a largo plazo. El informe de Mario Draghi destaca la necesidad de políticas que promuevan la consolidación de la industria sin que esto se traduzca necesariamente en precios más altos para los consumidores.