La tira de tierra que obstaculiza el cese al fuego en Gaza

Un importante obstáculo para el cese al fuego en Gaza: el corredor de Filadelfia

En medio de las negociaciones destinadas a poner fin a la guerra entre Israel y Hamas y liberar a decenas de rehenes, una estrecha franja de maleza y dunas de arena en el lado de Gaza de la frontera con Egipto ha surgido como un importante obstáculo.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostiene que Israel debe mantener el control sobre el llamado corredor de Filadelfia para evitar que Hamas reponga su arsenal a través de túneles de contrabando bajo la frontera. Argumenta que es necesario para garantizar que el grupo nunca pueda lanzar un ataque contra Israel como el del 7 de octubre que desencadenó la guerra.

Por otro lado, medios de comunicación israelíes han citado a funcionarios militares que aseguran que cualquier túnel hacia Egipto había sido sellado desde el lado egipcio durante años antes de la guerra, lo que hace improbable el contrabando a través de ellos.

El debate alcanzó su punto máximo a principios de septiembre después de que Israel recuperara los cuerpos de seis rehenes que el ejército dice que Hamas mató mientras las tropas se acercaban. Los críticos afirman que podrían haber sido devueltos con vida en un acuerdo de alto al fuego y acusan a Netanyahu de sabotear las negociaciones por sus propios intereses políticos.

Hamas ha exigido una retirada total de Gaza y sostiene que Netanyahu solo planteó la demanda del corredor de Filadelfia en las últimas semanas para descarrilar las conversaciones.

Netanyahu, por su parte, culpa a Hamas por la falta de un acuerdo y afirma que la demanda no es nueva.

Egipto, que ha servido como un mediador clave, también se opone a cualquier presencia israelí a lo largo de su frontera con Gaza y sostiene que amenazaría el tratado de paz de décadas entre los dos países, piedra angular de la estabilidad regional.

¿Qué es el corredor de Filadelfia y por qué Israel lo quiere?

El corredor de Filadelfia es una franja vacía, solo de 100 metros de ancho en algunos lugares, que recorre los 14 kilómetros de longitud del lado de Gaza de la frontera con Egipto. Incluye el cruce de Rafah, que era la única salida de Gaza al mundo no controlada por Israel hasta que el ejército capturó todo el corredor en mayo.

En una conferencia de prensa el 2 de septiembre, Netanyahu afirmó que Hamas había estado utilizando túneles bajo la frontera para importar armas, lo que le permitió construir la maquinaria militar desplegada el 7 de octubre. Dijo que el contrabando bajo el corredor proporcionaba «oxígeno» a Hamas.

Sin embargo, el medio de comunicación israelí Haaretz citó esta semana a funcionarios militares diciendo que había poca probabilidad de que los túneles hubieran sido utilizados durante años. Informó que las tropas israelíes habían encontrado nueve túneles bajo el corredor de Filadelfia, todos sellados desde el lado egipcio desde que el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi llegó al poder en 2013 y lanzó una campaña para destruir los túneles.

Se dice que el ejército cree que la mayoría de las armas en Gaza son producidas localmente, utilizando algunos materiales contrabandeados a través del cruce de Rafah y el cercano cruce de Kerem Shalom, que está controlado por Israel.

Egipto negó las acusaciones de Netanyahu, diciendo que destruyó cientos de túneles en su lado de la frontera hace años y estableció una zona de amortiguamiento militar propia que evita el contrabando.

La posición de los críticos de Netanyahu sobre el corredor

Durante semanas, los medios de comunicación israelíes han citado a funcionarios de seguridad sin identificar que critican a Netanyahu, diciendo que el corredor no es esencial para la seguridad de Israel y no debería obstaculizar un acuerdo para devolver a los rehenes. Algunos han sugerido que una fuerza internacional podría patrullar la frontera, quizás con sensores remotos israelíes.

La disputa desencadenó una discusión acalorada en una reunión del Gabinete de Seguridad a finales de agosto, en la que el ministro de Defensa Yoav Gallant acusó a Netanyahu de favorecer los acuerdos fronterizos sobre las vidas de los rehenes, según un funcionario israelí que habló bajo condición de anonimato para discutir la reunión a puerta cerrada.

Gallant fue la única voz disidente en una votación posterior a favor de mantener el control sobre el corredor de Filadelfia y desde entonces ha pedido al gobierno que lo revierta.

Las familias de los rehenes han liderado meses de protestas masivas instando a Netanyahu a hacer un acuerdo con Hamas para devolver a sus seres queridos. El asesinato de los seis rehenes, incluido el israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin, desencadenó algunas de las protestas más grandes hasta el momento.

Netanyahu sostiene que solo una presión militar implacable puede derrotar a Hamas, devolver a los rehenes y lograr un acuerdo que garantice la seguridad de Israel.

La opinión de los palestinos sobre el corredor

Cualquier presencia israelí dentro de Gaza sería ampliamente vista como una ocupación militar, prolongando probablemente el conflicto.

También podría extender, tal vez indefinidamente, el cierre del cruce de Rafah, que ha sido una arteria vital para Gaza desde que Egipto e Israel comenzaron a imponer diversos grados de bloqueo en el territorio después de que Hamas se apoderó del poder de las fuerzas palestinas rivales en 2007.

Durante 16 años, era la única forma para la mayoría de los palestinos de salir o entrar en Gaza. Durante los primeros siete meses de la guerra, también era la única ruta disponible para evacuaciones médicas y el principal punto de entrada para la ayuda humanitaria desesperadamente necesaria.

Israel capturó Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en la guerra del Medio Oriente de 1967, territorios que los palestinos quieren para su propio estado. Se retiró de soldados y colonos de Gaza en 2005, pero continuó controlando el espacio aéreo del territorio, la costa y todos los cruces fronterizos, excepto Rafah.

Hamas ha rechazado vehementemente cualquier presencia israelí en Gaza, incluido en el corredor de Filadelfia y en el corredor de Netzarim, una zona delimitada por Israel que separa el norte del sur de Gaza. Israel afirma que necesita ese corredor para evitar la infiltración de militantes mientras los palestinos regresan a sus hogares en el norte.

Israel niega que sus demandas con respecto a los dos corredores sean nuevas, refiriéndose a ellas como «aclaraciones» a una propuesta anterior respaldada por el presidente Joe Biden en un discurso del 31 de mayo y por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Israel también acusa a Hamas de hacer demandas inaceptables desde entonces, y dice que el grupo militante está obstaculizando un acuerdo, incluso matando rehenes que serían parte de él.

Posición de los mediadores

La propuesta original de Biden para un alto el fuego hacía referencia a una completa retirada israelí. Funcionarios egipcios y Hamas dicen que las demandas sobre los corredores no se incluyeron en versiones posteriores de la propuesta, incluida una que Hamas dijo que aceptó a principios de julio.

Egipto se opone firmemente a cualquier presencia militar israelí a lo largo de la frontera de Gaza y se ha negado a reabrir su lado del cruce de Rafah a menos que el lado de Gaza vuelva al control palestino.

Ha acusado a Israel de violar disposiciones del histórico tratado de paz de 1979 que regulan el despliegue de fuerzas a lo largo de la frontera. Los funcionarios israelíes no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.

Estados Unidos, que está proporcionando un apoyo militar crucial a Israel mientras también actúa como mediador, no ha tomado una posición pública sobre los corredores.