¿Por qué procrastinamos más al volver a la rutina?
El comienzo del curso puede generar un aumento en la procrastinación, ¿por qué sucede esto? Según Diego Cortés, psicólogo de Consulta Despertares, la ruptura de hábitos durante las vacaciones puede dificultar el retorno al ritmo de trabajo y estudios. Pasamos de un periodo de baja demanda física y mental a un aumento repentino en las exigencias, lo que puede generar una sensación de desconexión de las responsabilidades previas.
Consecuencias de procrastinar demasiado
El hábito de postergar tareas puede tener efectos adversos a largo y medio plazo. Entre las consecuencias se encuentran el aumento del estrés y la ansiedad, una bajada en el rendimiento, efectos negativos en la autoestima, y problemas de salud derivados del agotamiento mental asociado a la procrastinación.
¿Es la procrastinación una cuestión de vaguedad o mal manejo de emociones?
De acuerdo con el psicólogo, la procrastinación puede estar vinculada al manejo de las emociones. La ansiedad, la falta de hábitos establecidos y el perfeccionismo son factores que pueden alimentar la procrastinación y generar un ciclo de evitación de tareas.
Perfeccionismo y procrastinación
El perfeccionismo y la procrastinación están estrechamente relacionados. El perfeccionismo puede generar una constante sensación de insuficiencia personal que lleva a la procrastinación como mecanismo de defensa. Por tanto, la procrastinación no es una falta de compromiso, sino una estrategia para gestionar la ansiedad y la inseguridad asociadas al perfeccionismo.
Sentimiento de frustración
La procrastinación puede generar sentimientos de frustración, especialmente en procrastinadores y perfeccionistas. La sensación de no cumplir con expectativas y metas puede afectar la autoconfianza y generar un ciclo de evitación de tareas por miedo al fracaso.
Cómo dejar de procrastinar
Para combatir la procrastinación, es importante abordar las causas subyacentes de este comportamiento. Algunas estrategias generales incluyen dividir la tarea en pasos pequeños, utilizar técnicas de gestión del tiempo, establecer prioridades, evitar distracciones y establecer pequeñas recompensas.
Recurrir a una agenda
Las agendas y planificadores pueden ser herramientas útiles para estructurar el tiempo, organizar tareas y reducir el estrés. Sin embargo, es importante individualizar el tratamiento para adaptar las estrategias terapéuticas a las circunstancias particulares de cada persona.
En resumen, la procrastinación puede tener consecuencias negativas a nivel emocional, mental y físico. Identificar las causas y buscar estrategias efectivas para combatir este hábito puede ser fundamental para mejorar la productividad y el bienestar personal. ¡No dejes que la procrastinación te aleje de tus metas y objetivos!
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