Redacción - El Semanal
La reciente decisión de Meta en noviembre de 2021 de abandonar la tecnología de reconocimiento facial en Facebook ha generado un gran impacto en la comunidad. Los metaservidores ya no realizan reconocimientos automáticos de imágenes de miles de millones de usuarios, lo cual ha sido ampliamente elogiado. Además, se ha prometido la eliminación de millones de imágenes vinculadas a esta tecnología.
Este cambio, descrito por Facebook como «el mayor cambio en el uso del reconocimiento facial en la historia», ha sido considerado como el inicio de una nueva era. Sin embargo, las novedades en torno a esta tecnología no dejan de sorprender.
Meta ha anunciado que volverá a utilizar el reconocimiento facial de forma temporal y con un propósito específico: evitar la proliferación de deepfakes de personajes famosos. Según explicaron, esta medida se enfoca en mejorar la seguridad al detectar rápidamente estas falsificaciones, algo que hasta ahora se había abordado mediante el análisis de texto, imágenes y vídeos.
Además, se ha informado que alrededor de 50.000 celebridades recibirán protección adicional mediante el reconocimiento facial. Este sistema también se utilizará para identificar perfiles falsos creados a partir de imágenes de usuarios y para ayudar en la identificación y recuperación de cuentas pirateadas.
A pesar de las ventajas teóricas presentadas por Facebook, el retorno al reconocimiento facial ha generado debates y cuestionamientos. La compañía ha asegurado haber pasado por un exhaustivo proceso de revisión de riesgos y privacidad, así como garantizar la eliminación de datos faciales cuando ya no sean necesarios.
Sin embargo, la implementación de esta tecnología no se realizará a nivel global, ya que Facebook trabajará con reguladores para su desarrollo. Se espera su lanzamiento en mercados como EE.UU. o Latinoamérica, pero no en regiones donde el reconocimiento facial está regulado de forma estricta, como la Unión Europea, Reino Unido, Corea del Sur o ciertos estados de los Estados Unidos.
En conclusión, el regreso del reconocimiento facial por parte de Facebook ha despertado múltiples interrogantes y ha puesto en duda las implicaciones éticas y de privacidad de esta tecnología. A medida que avanza este proceso de reintroducción, será crucial estar atentos a las respuestas y regulaciones que puedan surgir en torno a su uso.
Considero que la decisión de Meta de rechazar el reconocimiento facial por motivos de privacidad es acertada. Es importante proteger la información personal de los usuarios y evitar posibles vulneraciones de datos. Es necesario que las grandes empresas tecnológicas asuman su responsabilidad en este aspecto y prioricen la protección de la privacidad de los usuarios por encima de otros intereses. Esperemos que esta postura se mantenga firme en el tiempo y se traduzca en acciones concretas que beneficien a los usuarios en términos de seguridad y confidencialidad.