Redacción - El Semanal
El conflicto en el sur de Líbano ha generado alertas a nivel internacional, especialmente después de un bombardeo israelí en Hasbaya, Nabatiyeh, que resultó en la muerte de periodistas. La ONU expresó su preocupación por este acto que atenta contra la libertad de información y la seguridad de los reporteros, protegidos por el derecho humanitario internacional.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, enfatizó la importancia de respetar las leyes humanitarias internacionales, haciendo un llamado a todas las partes en conflicto a cumplir con sus obligaciones. Además, la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el coordinador humanitario en el país, Imran Riza, se sumaron a la preocupación por estos ataques.
La Fuerza Interina de la ONU en Líbano (UNIFIL) también ha sido afectada por la violencia, con incidentes de fuego directo e indirecto hacia posiciones de la ONU en la región. Esta fuerza, establecida por el Consejo de Seguridad de la ONU, tiene la misión de monitorear el cese de hostilidades entre Israel y Hezbollah desde la guerra de 2006, así como de apoyar al gobierno libanés en el restablecimiento de su autoridad en la zona.
En medio de estos enfrentamientos, las organizaciones humanitarias están intensificando sus esfuerzos para brindar ayuda a la población afectada. Un convoy humanitario entregó asistencia crítica en la gobernación de Nabatieh, mientras que UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) están trabajando en la reparación de instalaciones de agua dañadas y en la vacunación de niños desplazados.
La situación humanitaria se agrava con el continuo desplazamiento de personas tanto dentro de Líbano como hacia Siria. Más de 833,000 personas se han desplazado dentro del país y otros 440,000, en su mayoría refugiados sirios, han huido a Siria en medio de estas condiciones adversas. Los ataques aéreos, como el ocurrido en el cruce fronterizo Masnaa entre Líbano y Siria, están dificultando aún más la asistencia humanitaria, dejando a miles de civiles en una situación precaria.
En este contexto, la ONU hace un llamado urgente a un alto el fuego y a encontrar una solución diplomática a este conflicto que continúa cobrando vidas y generando desplazados. Es fundamental garantizar la seguridad de los civiles y el respeto por las normas humanitarias en medio de esta crisis que afecta a toda la región.
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