La temporada de las Grandes Ligas de Béisbol avanza, y con ella, un torrente de sorpresas para los adeptos del Fantasy Baseball. Ante la ola de rendimientos inesperados, tanto positivos como negativos, surge la pregunta crucial: ¿qué debemos creer y qué descartar de cara al futuro? En El Semanal, analizamos los datos y las tendencias para ofrecer una perspectiva informada.
La figura de Cal Raleigh, receptor de los Marineros de Seattle, emerge con particular relieve. A pesar de alcanzar cifras respetables en la temporada anterior, con 34 jonrones y 100 carreras impulsadas, no logró situarse entre los 50 mejores bateadores en ligas estándar de puntos. Su puntuación de 311 puntos lo relegó al puesto 71 entre los bateadores, evidenciando que la potencia no era suficiente para escalar más alto.
Sin embargo, la narrativa de 2025 parece adoptar otro rumbo. Al cierre de la semana, Raleigh no solo lidera en cuadrangulares, sino que también exhibe una mejora sustancial en su disciplina en el plato. Su tasa de bases por bolas ha pasado de un 11.1% a un notable 14.5%. Esta evolución es un indicador alentador, aunque sus 176 ponches del año pasado – la décima cifra más alta – siguen siendo un área de mejora. Los datos actuales revelan un incremento en el contacto, una velocidad de salida superior y una tasa de bateo de barril récord en su carrera, sugiriendo el potencial para una primera selección como All-Star.

La posición de receptor implica exigencias que limitan la comparación directa con otros bateadores, pero casos como el de William Contreras, de los Cerveceros de Milwaukee, muestran el potencial. Contreras acumuló 416 puntos de fantasía la temporada pasada, situándose 16º entre los bateadores, gracias a un promedio de .281, 23 jonrones, 99 carreras anotadas y 78 bases por bolas en 679 apariciones al plato. Si bien Contreras enfrenta desafíos en 2025, como una fractura en un dedo, se mantiene como un receptor de élite en el top 10, aunque las expectativas deben ajustarse.
Raleigh, si mantiene su ritmo actual de poder y su disciplina en el plato, podría superar los logros de Contreras en 2024. Los Marineros, reconociendo la importancia de su bate, lo han alineado como bateador designado en ocho ocasiones, acercándose rápidamente a las 19 veces del año pasado. Esta estrategia es favorable para los managers de fantasía, ya que permite mitigar el desgaste típicamente asociado a la posición de receptor, a pesar de que Raleigh ha demostrado un OPS superior en la segunda mitad de las últimas dos temporadas. En definitiva, Raleigh se perfila como un receptor atípico, y esta podría ser su temporada de consolidación. Adquirirlo en el mercado podría ser una decisión acertada.
En contraste, Adley Rutschman, receptor de los Orioles de Baltimore y una opción de Draft que se seleccionó varias rondas antes que Raleigh, presenta un panorama complejo. Aunque su disciplina en el plato sigue siendo encomiable y valiosa en formatos de puntos, y su volumen de juego por encima del promedio, otros aspectos generan inquietud.
Actualmente, Rutschman batea para .212 con solo cuatro jonrones, sin registrar ninguno en las últimas dos semanas. A pesar de un OPS de .663, existen señales contradictorias. Sus batazos conservan fuerza, y su bajo promedio de bateo en bolas puestas en juego (.227) podría normalizarse. Su promedio de bateo esperado, un dato prometedor, se sitúa en .283. Su capacidad para evitar perseguir lanzamientos problemáticos es destacable. Sin embargo, su rendimiento en fantasy el año pasado ya mostraba ciertas limitaciones.
En 2023, Rutschman finalizó con un promedio de .277, 20 jonrones, 84 carreras y 92 bases por bolas. Su segunda temporada parecía augurar una trayectoria digna del Salón de la Fama. Pero el año pasado, posiblemente afectado por una lesión en la mano, su OPS cayó 100 puntos. Sus estadísticas contra lanzadores diestros, siendo un bateador ambidiestro, se estancaron en .219, mientras que prosperó contra zurdos. Esta temporada, si bien con una muestra aún limitada, la tendencia parece invertirse: un OPS sólido de .801 contra diestros contrasta con apenas seis sencillos y ninguna carrera impulsada en 37 turnos contra zurdos.
Más allá de las estadísticas por lado de bateo, el rendimiento de Rutschman tras el All-Star de la temporada pasada fue preocupante, con un promedio de .207 y un pobre slugging de .303, una tendencia que no ha mejorado significativamente en lo que va de 2025. A pesar de la reticencia inicial, la posibilidad de considerar otras opciones en la posición de receptor para Fantasy Baseball, como Carson Kelly de los Cubs de Chicago o Dillon Dingler de los Tigres de Detroit, podría volverse una necesidad en el futuro cercano si la situación no mejora.
Pasando a las tendencias en el pitcheo, Logan Webb, diestro de los Gigantes de San Francisco, se postula como un candidato a escalar al top 5 de lanzadores en Fantasy. Reconocido por su durabilidad y consistencia, Webb ha superado las 200 entradas lanzadas en las últimas dos temporadas, acumulando victorias en doble dígito en cuatro temporadas consecutivas. Su efectividad desde 2021 es de 3.15, con un FIP de 2.92. En 2023, finalizó segundo en la votación al Premio Cy Young de la Liga Nacional.
Lo que ha caracterizado sus temporadas anteriores es una tasa de ponches moderada. Esta temporada, sin embargo, tras ocho aperturas, registra una impresionante tasa de ponches del 28.7%, situándose en el puesto 11 entre los abridores. La temporada pasada, su tasa era del 20.5%, 44º entre los calificados. Esta mejora significativa en la capacidad de generar swings fallidos, atribuible a un slider más potente y efectivo, y una reducción en el uso de sinkers y cambios, lo coloca en una nueva dimensión.
Será fundamental observar si esta tendencia se mantiene o si es simplemente un fenómeno inicial de la temporada. No obstante, con una efectividad de 2.61 y un FIP de 1.85, Webb podría estar en camino a su primera temporada con 200 ponches y, quizás, su primer Premio Cy Young. Este incremento en los ponches lo haría significativamente más valioso en Fantasy, superando su rendimiento de la temporada pasada, donde a pesar de destacar, finalizó detrás de 22 lanzadores abridores en puntos de fantasía.
Finalmente, la situación de Chandler Simpson, jardinero de los Rays de Tampa Bay, requiere un análisis ponderado. Su velocidad y capacidad para robar bases son indudablemente atractivas, ofreciendo un dinamismo que todos anhelan en las ligas de Fantasy. Sin embargo, el inminente regreso de Josh Lowe y Jonny DeLuca, ambos jardineros de los Rays, plantea interrogantes sobre su tiempo de juego.
Lowe, cuando goza de salud, es un jugador superior con potencia y capacidad de robo (32 bases en 2023). DeLuca, por su parte, tuvo un arranque sólido esta temporada antes de lesionarse. Ambos son defensores competentes, con DeLuca considerado un jardinero de élite. Simpson, si bien destaca por su velocidad y contacto, muestra limitaciones defensivas notables. Convertido de segunda base, ha sido uno de los peores jardineros centrales de la liga según diversas métricas. Su posición natural podría ser el jardín izquierdo.
Los Rays cuentan con múltiples opciones en los jardines. Lowe, que batió en la parte alta del lineup el año pasado, tiene un camino despejado hacia el tiempo de juego. DeLuca, si mantiene su rendimiento, también será una pieza clave. Otros jugadores como Kameron Misner y Jake Mangum también son tenidos en cuenta. Aunque se desea que Simpson, con seis bases robadas en sus primeros 64 apariciones al plato, continúe jugando y mejorando, sus limitaciones son evidentes, y el club es consciente de ellas. Aquellos que confían en él en Fantasy deberían contemplar la posibilidad de una reducción en su participación una vez que el roster de los Rays recupere su plenitud.

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