Tribunal Supremo de EE.UU. decide sobre la ciudadanía por nacimiento

La Corte Suprema de Estados Unidos se prepara para emitir fallos clave en los últimos seis casos pendientes en su agenda de verano, entre los cuales destaca uno que podría redefinir el principio de "derecho de suelo" o birthright citizenship, consagrado en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución. Esta doctrina, que otorga automáticamente la ciudadanía a cualquier persona nacida en territorio estadounidense, incluidos hijos de inmigrantes indocumentados, ha sido cuestionada en los últimos años por sectores conservadores.

El debate resurge en un contexto polarizado, donde la política migratoria sigue siendo uno de los temas más divisivos del país. Fuentes cercanas al tribunal sugieren que la decisión podría tener implicaciones no solo legales, sino también simbólicas, en medio de un año electoral marcado por discursos sobre fronteras y nacionalidad. Si bien históricamente el máximo órgano judicial ha respaldado una interpretación amplia del derecho de suelo, algunos magistrados han expresado reservas sobre su aplicación indiscriminada.

Entre los otros asuntos pendientes se encuentran recursos de emergencia relacionados con medidas impulsadas durante el mandato del expresidente Donald Trump, cuyas políticas migratorias fueron recurrentemente bloqueadas por cortes inferiores. Analistas jurídicos coinciden en que estos fallos podrían sentar precedentes sobre los límites del poder ejecutivo en materia de regulación migratoria.

Desde el ámbito internacional, la decisión sobre la ciudadanía por nacimiento es observada con atención, especialmente en países con altas tasas de emigración hacia Estados Unidos. En América Latina, donde millones de familias dependen de este principio para regularizar su situación, organizaciones de derechos humanos advierten sobre el riesgo de un efecto dominó en las políticas de otros gobiernos.

Mientras el tribunal ultima sus deliberaciones, activistas y legisladores de ambos partidos han intensificado su campaña de presión. Para muchos, el fallo no solo definirá el futuro de miles de niños, sino también el carácter inclusivo de una nación construida, en gran medida, por generaciones de inmigrantes. La sentencia se espera antes de que el tribunal entre en receso a finales de junio.