El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha realizado una visita a los Estados Unidos en un momento crucial en las negociaciones para poner fin a la guerra entre Israel y Hamas y liberar a los rehenes retenidos en Gaza, sin que se vislumbre un acuerdo inmediato.
Los esfuerzos de Egipto, Qatar y los Estados Unidos continúan presionando a Israel y Hamas hacia un acuerdo de cese al fuego escalonado que detendría los enfrentamientos y liberaría a los rehenes. Sin embargo, las negociaciones se han visto obstaculizadas repetidamente por disputas sobre la gobernanza de Gaza después de la guerra y la durabilidad del cese al fuego.
Durante su visita, Netanyahu ha prometido una «victoria total» en Gaza, lo que ha generado aplausos en el Congreso y ha aumentado las tensiones con Hamas en un momento en el que las conversaciones son delicadas. A pesar de ello, ha enfrentado una creciente presión por parte de Estados Unidos para comprometerse sinceramente en los esfuerzos de cese al fuego. Algunos críticos sostienen que Netanyahu está dilatando las negociaciones con el objetivo de prolongar la guerra para su propio beneficio político.

Una delegación de negociadores israelíes que tenía previsto viajar a Qatar para otra ronda de conversaciones fue retenida el jueves y podría ser enviada la próxima semana.
La presencia de Netanyahu en Estados Unidos ha abierto la puerta a enfrentar presiones directas de parte del principal aliado de Israel, en quien cuenta para recibir apoyo militar y doméstico crucial.
Tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta Kamala Harris han manifestado que durante sus reuniones con Netanyahu en Washington priorizarán cerrar las brechas en un acuerdo de rehenes. Harris ha sido clara al comunicar a Netanyahu que «es hora de poner fin a la guerra y traer de vuelta a los rehenes».
Sin embargo, el manejo político interno de Netanyahu, especialmente con sus socios de coalición de extrema derecha, podría estar influyendo en las negociaciones y ser parte de una táctica más amplia para evitar llegar a un acuerdo.
La visita de Netanyahu también ha avivado las tensiones con Hamas, especialmente tras su enérgico discurso en el Congreso que ha sido considerado por el grupo como una maniobra insincera para liberar a los rehenes.
A pesar de las dificultades en las negociaciones, Netanyahu ha hablado de lograr un acuerdo parcial, en el que se liberarían algunos rehenes en una primera fase, mientras que se mantendría la campaña para destruir a Hamas y mantener tropas en ciertas áreas de Gaza a largo plazo.
Las conversaciones siguen enfrentando obstáculos, especialmente en lo que respecta a la gobernanza de Gaza después de la guerra. Los mediadores están tratando de resolver los detalles de la segunda fase, que incluirían la presencia militar de Israel en Gaza, asistencia humanitaria y un plan de gobernanza posterior al conflicto.
En definitiva, la visita de Netanyahu a Estados Unidos ha significado un paso importante en las negociaciones, aunque las diferencias entre las partes siguen latentes y se requiere un esfuerzo conjunto para lograr un acuerdo satisfactorio que ponga fin al conflicto en Gaza y libere a los rehenes.

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