El primer vuelo tripulado de la nave espacial Starliner de Boeing, que se esperaba que durara unos 10 días, ha superado ese plazo sin que los dos astronautas a bordo tengan una fecha de regreso confirmada. Después de más de 50 días en la Estación Espacial Internacional, la NASA ha tenido que implementar un plan B para garantizar la seguridad de los tripulantes.
Antes de lograr acoplarse a la Estación Espacial Internacional, la nave Starliner enfrentó una serie de problemas técnicos, incluyendo hasta cinco fugas de helio y múltiples fallos en el propulsor, uno de los cuales resultó ser irrecuperable. A pesar de estos contratiempos, los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams lograron acoplar la nave de manera segura en su segundo intento.
Sin embargo, ingenieros de Boeing y la NASA se encuentran actualmente llevando a cabo pruebas exhaustivas para asegurar que el reingreso de la nave espacial sea seguro y exitoso. Se han identificado posibles problemas en el módulo de servicio, lo que ha llevado a la continuación de investigaciones para documentar y solucionar cualquier inconveniente antes de emprender el regreso a casa.
Un aspecto crucial en esta fase de la misión es la realización de una prueba fundamental antes del regreso, la cual consiste en un disparo estático en los 27 propulsores que aún están en funcionamiento. Este procedimiento tiene como objetivo verificar el correcto funcionamiento de los sistemas de propulsión y garantizar la seguridad durante la operación de desacoplamiento, incluyendo la apertura de la válvula del sistema de helio que ha estado cerrada debido a una fuga.
Recientes pruebas realizadas en las instalaciones terrestres de Boeing en White Sands, Nuevo México, revelaron que el propulsor utilizado en la nave sufrió una «degradación severa» debido a la deformación de las válvulas causada por el vapor de dióxido de nitrógeno. Este descubrimiento arroja luz sobre las posibles causas de los problemas técnicos experimentados por la Starliner.
Ante la incertidumbre sobre la fecha de regreso de los astronautas, la NASA ha establecido un plan de contingencia en caso de que surjan complicaciones. En caso de ser necesario, la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, que ha estado operativa desde 2020, podría ser desplegada para rescatar a Butch y Sunni. Esta medida demuestra la planificación y preparación de la agencia espacial para hacer frente a cualquier eventualidad.
Está previsto que el Starliner de Boeing realice su primer vuelo operativo en 2025, en esta ocasión con una tripulación de tres astronautas a bordo. Los ingenieros están evaluando diferentes opciones para evitar la degradación de las válvulas, incluyendo volar con perfiles de vuelo alternativos o añadir protección térmica adicional a la estructura que resguarda los propulsores. Con estos ajustes, se espera optimizar el desempeño y la seguridad de la nave en futuras misiones espaciales.
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