Cataluña se prepara para la sequía: aumenta producción de agua potable.

La Generalitat de Catalunya tiene planes ambiciosos para duplicar su capacidad de desalinización con el fin de hacer frente a la sequía y reducir la dependencia de la lluvia en la región. La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, realizó una visita a la desalinizadora del Llobregat en El Prat de Llobregat, la mayor de Europa en cuanto a abastecimiento urbano, que actualmente tiene la capacidad de tratar 60 hm3 al año y está operando a pleno rendimiento desde mediados de 2022.

Durante la visita, Paneque destacó la importancia de las desalinizadoras en tiempos de escasez de agua y la necesidad de estas infraestructuras debido a la disminución de la pluviometría provocada por el cambio climático. En este sentido, el Gobierno catalán ha aprobado una nueva hoja de ruta que busca reducir la dependencia de la lluvia para el 2027, aumentando la autonomía del consumo de agua hasta un 70%.

El objetivo no es solo construir nuevas infraestructuras hídricas, sino también cambiar el modelo de gestión del agua hacia uno más sostenible y circular, alejándose de la dependencia exclusiva de la pluviometría. Para lograrlo, se plantea una inversión de aproximadamente 2.000 millones de euros hasta 2040, el doble de lo previsto anteriormente.

En cuanto a la desalinización, se busca acelerar los trámites de las grandes infraestructuras previstas, como la ampliación de la desalinizadora de la Tordera para aumentar su producción de 20 a 80 hm3 y la evaluación ambiental de la desalinizadora de Foix en Cubelles. Además, se contempla la construcción de una nueva planta en la Costa Brava Norte para abastecer de agua al Alt Empordà, una zona afectada por la sequía.

Con estas acciones, se espera que la capacidad de producción de las desalinizadoras catalanas pase de 80 hm3 a 185 hm3 para el año 2029, lo que permitirá una mayor seguridad en el suministro de agua en la región. La apuesta por la desalinización se presenta como una medida clave para garantizar la disponibilidad de agua en un contexto de cambio climático y escasez de recursos hídricos.