El proceso de apelación falla y Andrew Tate seguirá bajo arresto domiciliario

La Corte de Apelaciones de Bucarest rechazó el jueves la apelación de los fiscales para encarcelar al controvertido influencer de Internet Andrew Tate, quien permanecerá bajo arresto domiciliario en medio de una segunda investigación por tráfico de personas en su contra, la cual presuntamente implica a menores.

Andrew Tate, de 37 años, y su hermano Tristan Tate, de 36 años, ambos exkickboxers y ciudadanos británico-estadounidenses, ya esperan un juicio en Rumania en un caso separado de tráfico de personas junto con dos mujeres rumanas. Los fiscales rumanos imputaron formalmente a los cuatro el año pasado.

En el nuevo caso, la DIICOT afirmó que estaba investigando acusaciones de tráfico de personas, incluido el tráfico de menores, relaciones sexuales con menores, formación de un grupo delictivo organizado, blanqueo de dinero e influencia en declaraciones. Se alega que los acusados utilizaron el método coercitivo «loverboy» para explotar a 34 víctimas vulnerables que fueron obligadas a producir materiales pornográficos en línea a cambio de una tarifa y que más de 2,8 millones de dólares (2,5 millones de euros) generados fueron retenidos por los acusados.

Un hombre extranjero sin nombre también explotó sexualmente a un extranjero de 17 años, según alega la DIICOT, y afirmó que se quedó con los 1,5 millones de dólares (1,3 millones de euros) obtenidos de la actividad criminal. El mismo hombre «tuvo repetidamente relaciones sexuales y actos» con una menor de 15 años, según alega la agencia.

Después de la decisión de la corte, Andrew Tate escribió en una publicación en la plataforma de redes sociales X que los fiscales habían hecho un «intento desesperado de meternos en la cárcel sin pruebas».

El abogado de los hermanos, Eugen Vidineac, respondió a la decisión de la corte el jueves diciendo que muestra que Rumania «es un país donde el sistema judicial es diligente e imparcial y no sucumbe al sensacionalismo».

Es importante destacar que tanto Andrew Tate como su hermano Tristan han negado vehementemente todas las acusaciones en su contra y han expresado que están ansiosos por limpiar sus nombres y demostrar su inocencia. La situación legal de ambos hermanos ha sido objeto de gran interés mediático en Rumania y en el ámbito internacional.