Mujer de N.S. revela su decisión de morir y celebra un ‘funeral en vida’

En un intento de cambiar las conversaciones en torno a la muerte, April Hubbard, de 39 años, se prepara para abordar el tema, incluso a medida que se acerca a la suya propia.

Anticipando este momento, Hubbard reflexiona sobre sus pensamientos previos sobre poner fin a su vida en algún momento, incluso antes de que se legalizara la ayuda médica para morir en Canadá. Sin embargo, el declive repentino que experimenta ahora la lleva a asumir que el momento se ha acercado más rápido de lo esperado.

Aunque aún no ha fijado una fecha, inició el proceso de solicitud el año pasado y después de más de siete meses, recibió la aprobación. Se espera que tome la decisión en los próximos meses.

Diagnosticada con el síndrome de la cuerda anudada a los 17 años, Hubbard enfrenta una condición en la que la médula espinal se adhiere al tejido circundante de la columna vertebral. Dos crecimientos en la base de su columna dañaban sus nervios, lo que provocó años de dolor debilitante.

A pesar de usar una silla de ruedas, Hubbard ha seguido siendo una firme defensora de la comunidad de discapacitados y reconoce que su elección de buscar ayuda para morir puede generar controversia. Sin embargo, considera importante abrir estos diálogos, especialmente como persona discapacitada, para abordar los temores que rodean el tema.

Recientemente, un grupo de organizaciones de derechos de discapacitados en Canadá presentó un desafío a una parte de la ley de ayuda médica para morir. Argumentan que la disposición de «Track 2» en la ley de 2021 ha provocado muertes prematuras, afectando negativamente a las personas con discapacidades.

A pesar de las críticas y desafíos legales, Hubbard cree firmemente que los salvaguardias del sistema están funcionando y que la consulta y elección que ha experimentado en el proceso de solicitud han sido superiores a lo que ha experimentado en el sistema de salud en general.

Al tomar el control de su propia muerte, Hubbard ha planeado su «funeral viviente», una oportunidad para despedirse de su comunidad, amigos y seres queridos de una manera única y significativa. El evento, celebrado en un teatro de Halifax, fue una noche de música, baile y actuaciones que abarcaron desde poesía hasta burlesque.

Hubbard considera que esta experiencia ha sido fundamental para tener el control no solo de su vida, sino también de su muerte. A través de su historia, espera abrir un diálogo sobre la muerte digna, la autonomía personal y el respeto por la diversidad de elecciones individuales en torno a la muerte.

Por Global News.