Ryanair bajo lupa de la Unión Europea por polémica del reconocimiento facial.

La aerolínea Ryanair se encuentra una vez más en el ojo del huracán, esta vez debido a una investigación iniciada por la Comisión Irlandesa de Protección de Datos (CPD) sobre su proceso de verificación de clientes. Esta noticia llega después de una serie de controversias que han rodeado a la compañía a lo largo del año, incluyendo sanciones y amenazas de aumento en el precio de los billetes.

Los reguladores europeos han señalado que Ryanair está exigiendo una verificación de identidad adicional a aquellos pasajeros que reservan billetes a través de plataformas de terceros o agencias de viajes. Esta práctica ha generado múltiples denuncias y ha llevado a la Comisión a tomar medidas formales para garantizar el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).

El comisionado adjunto del DPC, Graham Doyle, ha declarado que los clientes de Ryanair deben aceptar un escaneo biométrico, que incluye el uso de tecnología de reconocimiento facial, luego de adquirir sus entradas a través de páginas externas. Esta investigación buscará determinar si los métodos de verificación empleados por la aerolínea cumplen con los estándares establecidos por el RGPD.

Según información de Reuters, los pasajeros que lleguen al aeropuerto al menos dos horas antes de la salida de su vuelo podrán evitar la verificación adicional previa. Asimismo, tendrán la opción de enviar un formulario con una foto de su pasaporte o documento de identidad, aunque este proceso puede tardar hasta siete días en completarse según lo indicado por Ryanair.

Es importante destacar que existen excepciones a este procedimiento, ya que los pasajeros que reserven a través de la plataforma propia de la empresa o de agencias de viajes online asociadas a Ryanair no necesitarán someterse a la verificación adicional. La aerolínea ha establecido 14 acuerdos de colaboración este año, promoviendo activamente esta cooperación.

Esta investigación, que abarca toda la Unión Europea, tiene como objetivo determinar si Ryanair cumple con sus obligaciones en materia de protección de datos, especialmente en lo que respecta a la legalidad y transparencia en el tratamiento de la información. Las autoridades irlandesas son responsables de velar por el cumplimiento del RGPD en este caso.

En medio de esta polémica, Ryanair se enfrenta a un escrutinio riguroso que pondrá a prueba su cumplimiento con las normativas de protección de datos en la Unión Europea. La transparencia y la legalidad en el procesamiento de la información se convierten en aspectos cruciales para una aerolínea de la magnitud de Ryanair.