La productividad no se trata meramente de realizar las tareas de manera rápida, sino de encontrar la manera de alinear las demandas de cada tarea con las características psicológicas de la persona que las lleva a cabo. Este equilibrio delicado permite a las personas descubrir la mejor manera de organizar su trabajo, estudio e incluso las tareas diarias, evitando caer en la procrastinación.
Dentro del ámbito de la gestión del tiempo, dos técnicas principales destacan: el «time boxing» y el «time blocking». Aunque a menudo se confunden, estas habilidades de manejo del tiempo tienen diferentes propósitos y aplicaciones. Saber cuándo y cómo aplicar cada una de ellas es fundamental para mejorar la planificación de las sesiones de trabajo y estudio.
El «time boxing» implica asignar períodos de tiempo específicos para completar tareas determinadas. Una vez que se acaba el tiempo asignado, se abandona la tarea y se pasa a la siguiente de la lista. Esta técnica se centra en trabajar exclusivamente en la tarea durante el tiempo establecido, sin interferencias, lo que permite sumergirse en un estado de trabajo profundo sabiendo que hay un límite de tiempo para completarlo.
El principio en el que se basa el «time boxing» es la Ley de Parkinson, que establece que el trabajo se expande para llenar el tiempo disponible. Esta técnica es especialmente útil para proyectos que requieren muchos recursos y tienen plazos definidos, así como para desarrollar hábitos de trabajo en tareas repetitivas.
Por otro lado, el «time blocking» se utiliza para organizar las listas de tareas diarias tanto en el ámbito laboral como personal. Consiste en bloquear períodos de tiempo específicos en el calendario para cada tarea, incluyendo descansos y momentos de relajación. Esta técnica proporciona una visión general de cómo se asignará el tiempo y ayuda a prevenir la sobrecarga de trabajo o el olvido de tareas importantes.
Ambas técnicas son complementarias y se pueden utilizar de manera conjunta. El «time boxing» es ideal para tareas y proyectos de larga duración que requieren dedicación profunda y continua, mientras que el «time blocking» prioriza la asignación del tiempo disponible para completar tareas durante el día de forma esquemática.
En resumen, aprender a aplicar de manera efectiva el «time boxing» y el «time blocking» puede mejorar significativamente la planificación y ejecución de las tareas diarias, permitiendo una mayor eficiencia y productividad en el trabajo y estudio.
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