NVIDIA afronta retrasos en la producción de sus nuevos chips B200 basados en la arquitectura Blackwell, informando a Microsoft y otros proveedores de la nube que la disponibilidad se retrasará significativamente. La producción de estos chips ha requerido al menos tres meses más de lo anticipado, lo cual representa un obstáculo inesperado en el desarrollo de la tecnología.
El problema parece estar relacionado con defectos de diseño que fueron descubiertos de manera tardía en el proceso de producción, según fuentes anónimas, incluidos empleados de Microsoft. Esta revelación plantea interrogantes sobre la eficacia y viabilidad de los nuevos chips de NVIDIA, afectando potencialmente a los planes de las empresas que habían realizado órdenes de compra por millones de dólares.
A pesar de que en marzo NVIDIA había lanzado con gran éxito su nuevo chip B200 con una sorprendente cantidad de transistores (208 mil millones), el inconveniente con el diseño de estos chips ha generado preocupación en la industria de la inteligencia artificial. Si bien se esperaba que el B200 reemplazara al Extreme H100 como estándar en el entrenamiento de modelos de IA, los problemas en la producción podrían impactar significativamente en la capacidad de NVIDIA para satisfacer la demanda del mercado.
Según un informe semianalítico, el problema podría residir en el enlace o puente entre los dos dispositivos principales del chip, lo cual ha llevado a una revisión y reajuste en la producción. La empresa está llevando a cabo pruebas con TSMC y ha comunicado que no enviará ningún chip hasta el primer trimestre de 2025, lo que representa un contratiempo considerable para su programa de lanzamiento.
El portavoz de NVIDIA, John Rizzo, ha expresado su intención de aumentar la producción en la segunda mitad de 2024, sin embargo, no ha proporcionado detalles adicionales sobre las cuestiones técnicas que han afectado la producción de los chips B200. Esta situación ha generado incertidumbre en el mercado y ha abierto una oportunidad para sus competidores, como AMD, que podrían buscar aprovechar los retrasos de NVIDIA para ganar terreno en el mercado de la inteligencia artificial.
En resumen, los retrasos en la producción de los chips B200 de NVIDIA representan un desafío significativo para la empresa, afectando sus planes de lanzamiento y su posición en el mercado de la IA. La falta de claridad sobre los problemas de diseño y la demora en la disponibilidad de los chips plantean interrogantes sobre el futuro de esta tecnología y abren la puerta para que sus competidores tomen ventaja en un sector altamente competitivo y en constante evolución.
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