Redacción - El Semanal
Las autoridades de Texas han decidido reincorporar a su puesto a un agente estatal de la policía que fue suspendido tras la inadecuada respuesta policial al tiroteo en una escuela primaria en Uvalde en 2022.
Después de un extenso proceso, el Director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, el Coronel Steve McCraw, anunció la revocación de la suspensión del oficial Christopher Ryan Kindell y su regreso al condado de Uvalde, según una carta enviada y publicada por la agencia el lunes.
La carta de McCraw señaló que el fiscal de distrito local solicitó el regreso de Kindell a su puesto y destacó que no enfrentaba cargos tras ser evaluado por un gran jurado local que examinó la respuesta policial.
El trágico incidente en la escuela primaria Robb en mayo de 2022, que resultó en la muerte de diecinueve estudiantes y dos maestros, fue catalogado como uno de los tiroteos escolares más mortales en la historia de Estados Unidos.
La demora de casi 400 agentes antes de enfrentar al agresor en el aula, mientras los estudiantes heridos pedían ayuda a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas al 911 y los padres suplicaban por una intervención inmediata, desató críticas y escrutinio sobre la respuesta policial.
El agente Kindell fue suspendido inicialmente en enero de 2023, luego de que la carta de destitución de McCraw indicara que su actuación «no se ajustó a los estándares del departamento» y que debería haber reconocido que se trataba de una situación de ataque activo, no de un sujeto atrincherado.
Informes de investigación estatales y federales han revelado una serie de «fracasos en cascada» en la capacitación, comunicación, liderazgo y problemas tecnológicos dentro del cuerpo policial.
Posteriormente a la disciplina impuesta a Kindell, otro agente fue informado de su despido pero optó por retirarse, y un tercer oficial renunció a su cargo. Solo dos agentes que respondieron al incidente, ambos anteriormente con el departamento de policía escolar de Uvalde, enfrentan cargos criminales por endangering child o abandono de menores.
El exjefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, y el oficial Adrian Gonzales fueron acusados en junio de tales cargos, declarándose inocentes en julio.
En su carta de reincorporación, McCraw mencionó que Kindell fue suspendido inicialmente después de la investigación interna de la agencia, pero que tras la revisión del gran jurado y la solicitud de la fiscal del condado de Uvalde, Christina Mitchell, se determinó que no se tomarían medidas disciplinarias contra los oficiales del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
La falta de respuesta oportuna de las autoridades policiales en la ciudad de Uvalde, que cuenta con una población de aproximadamente 15,000 habitantes y se encuentra a unos 130 kilómetros al oeste de San Antonio, ha sido motivo de preocupación y exigencia de responsabilidades por parte de las familias de las víctimas.
Algunas de estas familias han solicitado el procesamiento de más oficiales involucrados en el incidente, mientras que otras han presentado demandas tanto a nivel federal como estatal contra las fuerzas del orden, empresas de redes sociales y juegos en línea, así como el fabricante del rifle utilizado por el agresor.
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