La compañía X enfrenta pérdidas millonarias y demandas legales contra anunciantes y OpenAI.

El magnate Elon Musk, conocido por su participación en empresas como Tesla y SpaceX, ha estado en el centro de la polémica recientemente. A finales de octubre de 2028, Musk adquirió la plataforma de redes sociales Twitter, rebautizándola como «X». Sin embargo, desde entonces la empresa ha experimentado una caída del 71% en su valor, lo que ha llevado a Musk a iniciar demandas legales contra diferentes frentes.

Una de las demandas presentadas por Elon Musk es contra un grupo de anunciantes, entre los que se encuentran la Federación Mundial de Anunciantes, Unilever, Mars, CVS Health y Orsted. Musk alega que estos anunciantes coordinaron un boicot masivo contra Twitter después de su adquisición, privando a la empresa de miles de millones de dólares en ingresos y violando leyes antimonopolio.

Además, Musk también ha demandado a OpenAI, la empresa de inteligencia artificial que cofundó junto a Sam Altman y Greg Brockman. Musk acusa a Altman y Brockman de desviar la misión original de la organización, priorizando las ganancias sobre la ética y la seguridad en el desarrollo de la IA, lo que considera una traición a los principios fundacionales de OpenAI.

La relación entre Musk y los cofundadores de OpenAI ha estado marcada por diferencias filosóficas. Mientras Musk aboga por una transparencia total y un control estricto en el desarrollo de la inteligencia artificial, Altman y Brockman han mostrado una disposición mayor a explorar alianzas estratégicas con fines comerciales. Estos desacuerdos llevaron a Musk a abandonar la junta directiva de OpenAI en 2018, aunque las tensiones persisten, como lo demuestran las recientes demandas.

En resumen, Elon Musk se encuentra en medio de una serie de conflictos legales relacionados con sus inversiones en Twitter y OpenAI. Sus demandas contra anunciantes y los cofundadores de OpenAI ponen de manifiesto las diferencias filosóficas y comerciales en el ámbito de la tecnología y la inteligencia artificial. La resolución de estos litigios tendrá un impacto significativo en el futuro de las empresas involucradas y en el panorama tecnológico en general.