Redacción - El Semanal
Las tensiones en Oriente Medio continúan en aumento luego del asesinato del líder político de Hamás, lo que ha llevado a que se tema una posible represalia por parte de Irán contra Israel. Sin embargo, ¿podría Teherán estar considerando retroceder a cambio de avances en las negociaciones de paz en Gaza? Esa era la esperanza entre líderes regionales reunidos en una cumbre de emergencia en Yeda.
El miércoles, el mundo estaba en vilo. Los vuelos en Irán y sus países vecinos fueron cancelados debido al temor de que los misiles pudieran ser lanzados en cualquier momento, desencadenando una escalada temida en la guerra de Israel en Gaza.
Con su país al borde de desencadenar una guerra regional, el Ministro de Relaciones Exteriores interino de Irán, Ali Bagheri, susurró a un asistente que se acercaba para captar sus palabras. Ministros de Relaciones Exteriores de otros países, como Camerún y Yemen, entre otros países de mayoría musulmana, estaban presentes en un intento por evitar que la situación se convierta en un conflicto más amplio.
Desde el asesinato del jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán la semana pasada, los líderes de la República Islámica han prometido venganza contra Israel, a quien acusan de ser responsable. Israel no ha confirmado ni negado su responsabilidad.
La sede de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Yeda fue el escenario de este último intento por calmar la ira de Irán, una ubicación modesta en comparación con los estándares rápidamente modernizadores y llamativos de Arabia Saudita. La sala estaba llena de ministros de Relaciones Exteriores de países musulmanes, unidos en el esfuerzo por evitar una mayor escalada.
El enfoque principal era convencer al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de suavizar su postura en las negociaciones de alto el fuego con Hamás, un enfoque que no es nuevo. Sin embargo, esta vez la posibilidad de éxito podría ser mucho más atractiva que en intentos anteriores.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que los Estados Unidos y sus aliados han comunicado directamente tanto a Israel como a Irán que «nadie debería escalar este conflicto», agregando que las negociaciones de alto el fuego han entrado en una «etapa final» y podrían verse comprometidas por una escalada en otra parte de la región.
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, también está involucrado, declarando en una llamada telefónica con el presidente iraní que la represalia contra Israel «debe ser abandonada».
La respuesta de Irán sugiere que están considerando la posibilidad de un apaciguamiento. Necesitan una cobertura diplomática para retroceder de sus amenazas apresuradas contra Israel, y un alto el fuego en Gaza que les permita afirmar que les importa más la vida de los palestinos en la Franja que tomar venganza podría ser la solución. Sin embargo, el incentivo debe ser lo suficientemente grande, ya que su honor y disuasión están en juego.
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