Imane Khelif, boxeadora argelina, ha logrado coronarse con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París, emergiendo como campeona después de un complicado recorrido en la competición donde enfrentó intensas críticas en el ring y abusos en línea de todo el mundo debido a concepciones erróneas sobre su feminidad.
Khelif venció a Yang Liu de China por 5:0 en la final de la división femenina de peso welter, culminando así una serie de combates exitosos en su carrera boxística con una victoria en Roland Garros. A pesar de la intensa controversia en torno a su elegibilidad y las falsas afirmaciones sobre su identidad de género, Khelif fue recibida con entusiasmo por multitudes que la aclamaron en París, envueltas en banderas argelinas y coreando su nombre.
La boxeadora expresó a SNTV, socio de video deportivo de Associated Press, que la ola de escrutinio y odio que ha enfrentado «daña la dignidad humana» y pidió el cese del acoso a los atletas. Para Khelif, la medalla de oro representa la mejor respuesta a las críticas en su contra.
El conflicto se originó en la decisión de la Asociación Internacional de Boxeo, dominada por Rusia, de descalificar a Khelif y a la dos veces olímpica Li Yu-ting de Taiwán del campeonato mundial del año pasado, alegando que ambas no superaron una prueba de elegibilidad poco clara para la competencia femenina. El Comité Olímpico Internacional tomó la medida sin precedentes el año pasado de expulsar permanentemente a la AIBA de los Juegos Olímpicos, tras años de preocupaciones sobre su gobernanza, equidad competitiva y transparencia financiera. El COI calificó las pruebas de sexo arbitrarias impuestas por el organismo rector del boxeo como irreparablemente defectuosas.
A pesar de la controversia internacional debido a concepciones erróneas en torno a las boxeadoras, Khelif ha demostrado su valía a través de sus logros en los juegos, convirtiéndose en la primera argelina en ganar una medalla de oro en boxeo femenino. La pelea de Khelif fue apodada «La Noche del Destino» en los periódicos locales, y se instalaron pantallas gigantes en plazas públicas en Algiers y otras ciudades para seguir la pelea.
Este hito para Khelif representa la culminación de un trayecto olímpico de nueve días que inició con un evento sorprendente, donde su primera oponente, Angela Carini de Italia, abandonó el combate tras 46 segundos, argumentando dolor por los golpes recibidos. Desde ese punto, la historia de Khelif se convirtió en tema de discusión a nivel internacional, con figuras públicas como Donald Trump y J.K. Rowling expresando críticas y especulaciones falsas sobre la participación de hombres en competiciones femeninas.
En conclusión, la victoria de Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París representa un triunfo no solo para ella, sino también para su país y para la lucha contra la discriminación en el deporte. Su valentía y determinación han sido reconocidas a nivel mundial, trascendiendo las barreras de género y destacando su habilidad como una de las mejores boxeadoras olímpicas del mundo.
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