Redacción - El Semanal
Un sismo de magnitud 4.4 sacudió fuertemente la tarde del lunes desde el área de Los Ángeles hasta San Diego, haciendo temblar edificios, haciendo sonar platos y activando alarmas de automóviles, pero no se informaron daños importantes ni lesiones de inmediato.
El temblor del lunes tuvo su epicentro cerca del barrio de Highland Park en Los Ángeles, a unos 10.5 kilómetros al noreste del Ayuntamiento de la ciudad, y a unos 12.1 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
El sismo se sintió desde el área metropolitana de Los Ángeles hasta San Diego y hacia el este hasta la región desértica de Palm Springs, según la página de informes comunitarios del USGS. Se presentaron unos pocos informes del sur del Valle de San Joaquín, a unos 160 kilómetros al noroeste de Los Ángeles.
El movimiento telúrico sacudió un edificio médico, interrumpió una entrevista en vivo en ESPN, y el suelo se movió en Anaheim, donde se encuentra Disneyland en el Condado de Orange. En el famoso barrio de Laurel Canyon en Los Ángeles, hogar de muchas celebridades, los platos temblaron y en las redes sociales se mostraron imágenes de botellas de champú y otros objetos esparcidos en el suelo de una tienda Target en Los Ángeles.
Helicópteros de noticias televisivas mostraron agua derramándose desde un piso superior del Ayuntamiento de Pasadena, una estructura de cúpula ornamentada que data de 1927 y se sometió a una renovación sísmica en la década de 2000. La oficial de información pública de Pasadena, Lisa Derderian, confirmó que la fuga de agua fue causada por el terremoto. Unas 200 empleados evacuaron de forma segura el Ayuntamiento, y una persona fue rescatada de un ascensor, informó.
Edificios icónicos como el Centenario Rose Bowl en Pasadena no parecen haber sufrido daños evidentes, pero un ingeniero realizará una evaluación completa, afirmó Derderian. No hubo evaluación inmediata de la Biblioteca Central de la ciudad, que data de 1927 y que estuvo cerrada en 2021 para una renovación sísmica pendiente. «No hemos entrado ahí para ver», dijo.
Los bomberos de Los Ángeles de las 106 estaciones inspeccionaron la ciudad de 1,217 kilómetros cuadrados y no encontraron daños significativos, dijo la portavoz Margaret Stewart en un comunicado.
El sismo más que causar daños significativos, sirvió como un recordatorio de lo que podría suceder en un estado donde una gran población vive sobre fallas activas.
«Después de haber vivido el terremoto de Northridge (de magnitud 6.7 en 1994), el temblor de hoy me hizo recordar las reglas salvavidas durante un terremoto: agáchate, cubre y agárrate», dijo la supervisora del Condado de Los Ángeles, Kathryn Barger. «También fue un recordatorio para todos nosotros de que vivimos en un país sísmico y necesitamos estar preparados».
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que no se esperaba un tsunami, y el USGS redujo su estimación inicial de 4.6 en cuanto a la magnitud del sismo.
Richard Egan estaba almorzando con colegas en el segundo piso de un edificio de oficinas cerca del Aeropuerto de Long Beach, a unos 32.2 kilómetros al sur del epicentro del temblor, cuando hubo un sacudón repentino.
«Se volvió muy tranquilo», dijo, «y esperamos que siguiera un terremoto más grande».
Estimó que hubo un balanceo de unos 45 segundos, pero al no haber más movimientos, la conversación del almuerzo se reanudó donde había quedado, dijo Egan, quien ha vivido muchos terremotos durante sus 59 años en el sur de California. Calificó este como promedio.
El sismo ocurrió en el primer día del nuevo año escolar para 540,000 estudiantes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. Muchas escuelas sintieron el sismo, y al menos una preparatoria, John Marshall en Los Feliz, alertó a los padres de que habían evacuado los edificios para revisar los daños, pero no vieron nada inmediatamente.
«No hemos recibido informes de lesiones o daños importantes en nuestras instalaciones», dijo el superintendente del distrito, Alberto M. Carvalho, en una publicación en redes sociales.
El sismo se produce menos de una semana después de que un temblor de magnitud 5.2 sacudiera el sur de California y también se sintiera ampliamente en Los Ángeles. Ese temblor no causó lesiones ni daños importantes.
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