Lecciones aplicadas de incendios pasados tras el fuego en Jasper.

A medida que los residentes de Jasper comienzan a regresar a la ciudad devastada por incendios forestales, muchos que han vivido experiencias similares se ven recordados del tormento emocional que han sufrido. Kim Hughes, concejal de Slave Lake y residente de toda la vida, expresó: «Sabemos por lo que están pasando y cómo se sienten. No hay palabras para describir cómo se siente cuando regresas a la comunidad que has llamado hogar durante tanto tiempo. Es realmente devastador». En 2011, aproximadamente un tercio de Slave Lake, Alberta, fue destruida en un incendio forestal que causó daños por más de 700 millones de dólares.

Al igual que otras comunidades devastadas por las llamas, Slave Lake se reconstruyó después del incendio. A pesar de algunos terrenos vacíos de «recuperación» donde los residentes no reconstruyeron, los visitantes actuales nunca notarían signos del incendio más de una década después. Fort McMurray también se recuperó después de un incendio forestal en 2016 que dejó 2,400 hogares en ruinas y obligó a más de 90,000 personas a huir.

Equipos del Instituto de Reducción de Pérdidas Catastróficas (ICLR) han estudiado incendios forestales en Slave Lake, Fort McMurray, West Kelowna y Lytton, B.C. para identificar causas y medidas de prevención. Glenn McGillivray, director del ICLR, enfatizó la importancia de conocer cómo se encienden las estructuras para prevenir incendios, ya que no se trata de suerte sino de características de las casas que las hacen más resistentes.

Según McGillivray, los incendios forestales se propagan debido a las brasas que vuelan lejos del frente de fuego, comparándolas con «miles de cigarrillos encendidos arrojados sobre una comunidad». Los materiales de construcción y las propiedades circundantes determinan si una casa se encenderá, y elementos como cercas de madera, montones de mantillo y tanques de propano facilitan que el fuego se propague.

Recomienda a los residentes de Jasper utilizar materiales menos inflamables en la reconstrucción, como techos de metal o tejas asfálticas, para evitar tragedias futuras. Es crucial aprender de los errores pasados y no desaprovechar la oportunidad de reconstruir de manera más segura y sostenible. La vuelta a la normalidad puede llevar años, por lo que es esencial que los residentes cuiden tanto de su salud mental como física durante este proceso de reconstrucción.

En momentos como estos, la solidaridad y el apoyo comunitario juegan un papel fundamental para aquellos que han perdido sus hogares y sus pertenencias. Es importante que los residentes de Jasper se apoyen mutuamente y busquen ayuda si la necesitan para superar las secuelas emocionales de esta tragedia. La reconstrucción de Jasper no debe limitarse a restaurar lo que había, sino a mejorar la comunidad para evitar futuros desastres.