El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha expresado opiniones divergentes con la administración de Biden sobre las perspectivas de alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes. Netanyahu afirmó en una entrevista con «Fox and Friends» que «no hay un acuerdo en proceso», contradiciendo la postura optimista de los funcionarios estadounidenses que trabajan en una propuesta revisada para abordar las disputas restantes entre Israel y los líderes de Hamas.
El portavoz de seguridad nacional John Kirby reiteró el jueves que solo quedan desacuerdos sobre los «detalles de implementación» de una propuesta de alto el fuego por resolver. A pesar de las diferencias, Kirby señaló que aún confían en alcanzar un acuerdo si se logra un compromiso y un liderazgo adecuado.
La administración de Biden ha proyectado optimismo durante este verano al colaborar con mediadores como Egipto y Qatar para intentar lograr un alto el fuego en la guerra de 11 meses en Gaza. Sin embargo, las condiciones impuestas por Netanyahu, como mantener la presencia de fuerzas israelíes en una zona de seguridad a lo largo de la frontera con Egipto, han complicado las negociaciones.
Las familias de los rehenes acusan a Netanyahu de obstaculizar un acuerdo y de posiblemente sacrificar a sus seres queridos en aras de mantener el control en la Franja de Filadelfia. Las críticas a la gestión de Netanyahu en las negociaciones de alto el fuego han aumentado, mientras que la presión se intensifica para lograr un acuerdo que permita el regreso de los rehenes con vida.
En medio de las tensiones, las partes implicadas han logrado acuerdos en 14 de los 18 puntos de la propuesta de mediación, aunque persisten diferencias significativas en tres puntos clave, incluyendo el intercambio de rehenes y prisioneros palestinos. La cantidad y la liberación de los prisioneros también son temas en discusión, especialmente tras la trágica muerte de seis rehenes.
Se espera que un eventual alto el fuego contribuya a disminuir las tensiones que podrían desencadenar un conflicto regional más amplio, incluidos los enfrentamientos entre Israel y los militantes de Hezbollah en Líbano. A medida que las negociaciones continúan, queda en juego la estabilidad en la región y la posibilidad de llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes involucradas.
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