Redacción - El Semanal
La industria de las criptomonedas ha experimentado numerosas transformaciones en los últimos años. En la actualidad, la capitalización global del mercado de criptomonedas se sitúa en $2.19 billones de dólares, lo que destaca la creciente aceptación e integración de activos digitales en las finanzas convencionales. En medio de esta rápida expansión, ha surgido una tendencia particular: el auge de servicios personalizados y exclusivos diseñados específicamente para individuos de alto patrimonio neto (HNWIs).
En cuanto a las tendencias actuales en la industria criptográfica, la tecnología blockchain -el eje central de criptomonedas como Bitcoin y Ethereum- sigue transformando los sistemas financieros tradicionales. Las innovaciones en plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) y tokens no fungibles (NFTs) han ampliado los horizontes para los inversores. Los avances regulatorios en diferentes países han allanado el camino para transacciones criptográficas más seguras y transparentes.
La demanda de transacciones criptográficas seguras y soluciones de gestión de activos digitales ha aumentado, impulsada principalmente por el creciente interés de los individuos de alto patrimonio neto en las criptomonedas. A medida que el mercado global de criptomonedas continúa madurando, estos inversores buscan más que plataformas de trading básicas: están en busca de servicios integrales que aborden sus necesidades financieras únicas, que incluyen seguridad, privacidad y estrategias de inversión personalizadas.
La volatilidad inherente de las criptomonedas requiere herramientas avanzadas y experiencia para gestionar los riesgos de manera efectiva. Como resultado, ha habido un aumento en la demanda de plataformas que ofrecen soluciones de almacenamiento seguras, como billeteras frías, cuentas con firmas múltiples y métodos de cifrado sólidos.
Estas características son esenciales para proteger grandes cantidades de activos digitales de amenazas cibernéticas y accesos no autorizados, una preocupación que es especialmente aguda para inversores adinerados que tienen más en juego. Los HNWIs se sienten atraídos por plataformas que brindan una integración perfecta de capacidades de trading con servicios de gestión de patrimonio.
En un mercado cada vez más competitivo, las empresas que ofrecen servicios criptográficos personalizados se distinguen al atender las necesidades específicas de su clientela. Esta diferenciación es crucial para garantizar tanto la seguridad como la provisión de soluciones a medida.
ChainMyne, una plataforma criptográfica con sede en Canadá que se lanzó en la primavera de este año, ejemplifica esta tendencia. Posicionada como un proveedor de servicios de élite, ChainMyne ofrece una plataforma de trading Over-The-Counter (OTC) diseñada para HNWIs. Con un fuerte énfasis en seguridad, flexibilidad y servicio personalizado, ChainMyne es más que un simple actor en el mercado criptográfico; es una empresa comprometida en mostrar el aspecto ‘humano’ detrás de las transacciones digitales. El enfoque de la empresa en el servicio al cliente garantiza que los clientes siempre tengan acceso a alguien con quien hablar, reforzando el toque personal que distingue a ChainMyne.
Además, el servicio ChainMyne Pay permite a las empresas recibir pagos en Bitcoin, con conversión inmediata a monedas fiduciarias. Esta característica mitiga los riesgos asociados con la naturaleza volátil de las criptomonedas, proporcionando estabilidad para las empresas que se aventuran en soluciones de pago criptográficas.
Al frente de ChainMyne se encuentra Kimberly Rosales, una emprendedora latina. Con más de diez años de experiencia en banca, planificación empresarial y desarrollo de software, Rosales ha posicionado estratégicamente a ChainMyne como líder en innovación fintech. Su visión gira en torno a hacer que la inversión en criptomonedas sea accesible, segura y adaptada a las necesidades de entusiastas de la seguridad criptográfica a nivel mundial.
«Comencé a trabajar en un banco cuando tenía 19 años, empezando como cajera y eventualmente convirtiéndome en gerente a los 25. Sin embargo, a medida que aprendía más sobre cómo operan los bancos, empecé a discrepar con sus valores, especialmente el control centralizado que ejercen sobre las personas,» afirma Rosales. «Me trasladé a la industria de los pagos, centrándome en negocios de alto perfil en América Latina. Durante este período, la demanda de criptomonedas aumentó y quedó claro que la criptomoneda ofrecía una forma más eficiente de mover fondos a nivel mundial.»
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