A lo largo de la historia, la obsesión por los espejos ha existido en diferentes culturas. Esto tiene sentido para nosotros, los humanos, que somos capaces de reconocer nuestros propios reflejos, junto con los grandes simios. La palabra «espejo» proviene del latín «mirare», que significa «maravillarse de». Los espejos más antiguos conocidos datan del año 6000 a.C., encontrados en yacimientos del Neolítico tardío en Turquía.
Investigaciones recientes publicadas en el Journal of Archaeological Science: Informes por un equipo de la Universidad de Liverpool, liderado por Elizabeth Thomas, revelan el profundo conocimiento de los artesanos del antiguo Egipto sobre las técnicas de fabricación de espejos. Se sabía que los espejos tenían un papel importante en la cultura y religión egipcia, pero poco se conocía sobre sus métodos de elaboración.
El análisis químico de diecinueve espejos egipcios reveló que los artesanos egipcios solían utilizar tres tipos de aleaciones en la fabricación de espejos: cobre-arsénico, cobre-estaño y ternarias de cobre-arsénico-estaño. Estas aleaciones estaban presentes en alrededor del 5% en los espejos analizados, lo que sugiere un alto grado de control y estandarización en el proceso de fabricación.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que la composición específica de las aleaciones era crucial para las propiedades físicas óptimas de los espejos, como la dureza, la ductilidad, y el color del metal. Se cree que la elección de las aleaciones y la técnica de enriquecimiento de superficie, mediante la creación de una capa rica en arsénico, permitía a los artesanos lograr un color dorado o plateado en los espejos terminados.
Este estudio también reveló un proceso anacrónico para la época, donde el martillado en frío y el recocido eran técnicas utilizadas para aumentar la dureza del metal y lograr reflejos más claros y consistentes. Estos hallazgos sugieren que los egipcios tenían una industria metalúrgica artesanal altamente especializada mucho antes de lo que se creía.
En conclusión, la investigación arroja luz sobre la habilidad técnica y el conocimiento profundo de los artesanos egipcios en la fabricación de espejos, revelando un proceso sorprendentemente técnico y sofisticado para su época. Este estudio abre nuevas perspectivas sobre la cultura y la tecnología en el antiguo Egipto, demostrando una vez más la ingeniosidad de esta civilización milenaria.
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