El presidente Joe Biden se encuentra en medio de una apretada agenda de política exterior mientras tranquiliza a aliados internacionales preocupados por la dirección de la política exterior de EE.UU. una vez que abandone el cargo en cuatro meses, y muy probablemente dejando atrás un conjunto de crisis difíciles.
La vicepresidenta Kamala Harris también ha sido una figura destacada en esta serie de reuniones internacionales, abordando preocupaciones y temas clave con líderes extranjeros en nombre de la administración Biden.
Este intenso enfoque en la política exterior llega en un momento crucial, con tensas relaciones con países como China y Rusia, así como una serie de desafíos globales como el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la seguridad cibernética.
La administración Biden ha buscado reafirmar el papel de Estados Unidos como líder en la escena mundial, reforzando alianzas con socios clave y comprometiéndose a abordar problemas urgentes de manera colaborativa y multilateral.
Se espera que en los próximos meses, Biden y su equipo de gobierno continúen trabajando en la consolidación de relaciones con aliados tradicionales, así como en la exploración de nuevas oportunidades de cooperación en áreas críticas como la seguridad, la economía y la salud global.
A pesar de los desafíos y las incertidumbres que enfrenta la política exterior de EE.UU., la administración Biden ha demostrado su compromiso con la diplomacia y el diálogo como herramientas fundamentales para abordar los desafíos del mundo actual. Sin embargo, queda por ver cómo evolucionarán las relaciones internacionales en los meses venideros y qué legado dejará la administración Biden en este ámbito.
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