¿Por qué el deseo de control puede ser perjudicial para tu bienestar emocional?
El deseo de control es una necesidad que surge en muchas personas, que sienten la urgencia de que todo salga según lo planeado. Esta sensación puede ser agobiante y tener un alto costo emocional. Según Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo, esta necesidad de control puede ser una forma de lidiar con la incertidumbre o el miedo a que algo inesperado arruine nuestros planes.
Para algunas personas, el control está relacionado con experiencias previas de inestabilidad o un ambiente exigente donde se les enseñó que solo cumpliendo con todo al pie de la letra se obtendría aceptación. El control se convierte entonces en un intento de protegerse frente a lo incierto.
Además, querer tener todo bajo control puede ser una forma de compensar una baja autoestima, buscando la aprobación externa a través de la perfección. La búsqueda constante de control puede llevar a generar ansiedad, tensión y frustración cuando las cosas no salen como se planean. Vivir con la necesidad de tenerlo todo bajo control puede ser como estar siempre en guardia, lo que a largo plazo agota emocionalmente.
Esta necesidad de control también puede interferir en las relaciones, ya que las personas cercanas pueden sentirse presionadas, juzgadas o no valoradas, lo que afecta la confianza y la armonía. Por lo tanto, es importante aprender a lidiar con este sentimiento y encontrar un equilibrio que nos permita vivir de manera más plena y saludable.
Consejos para lidiar con la necesidad de control:
- Identificar los momentos en los que se siente esta necesidad y cuestionarse sobre las consecuencias reales de no tener todo bajo control.
- Aceptar la incertidumbre como parte de la vida y de su belleza.
- Practicar mindfulness, meditación o ejercicios de respiración para mantenerse presente en el momento.
- Aprender a delegar y confiar en los demás para reducir la carga emocional y fortalecer las relaciones.
- Ser compasivos consigo mismos y comprender que nadie puede controlarlo todo, y está bien.
Vaya, este artículo me hizo reflexionar sobre cómo la necesidad de control está presente en todos los aspectos de nuestra vida. Es cierto que en la sociedad actual, con tantas incertidumbres y cambios constantes, la sensación de control se vuelve crucial para sentirnos seguros y en equilibrio. Personalmente, trato de encontrar un balance entre planificar y dejar fluir, ¡pero a veces es todo un desafío! ¿Alguien más se identifica con esta constante búsqueda de control en su día a día?