La industria manufacturera china, con su sofisticada capacidad productiva, se ha convertido en el centro de una nueva tendencia en redes sociales occidentales, un fenómeno descrito como una “guerra comercial en TikTok”. Este movimiento, impulsado por la creciente inasequibilidad de los artículos de lujo para la clase media estadounidense a raíz de las subidas de precios post-pandemia, cuestiona la relación entre coste de producción y precio de venta al público de las marcas de alta gama.
Vídeos virales en TikTok sugieren que la calidad de los productos de lujo puede replicarse en China a un coste significativamente menor. Estas grabaciones alimentan la percepción de que las firmas europeas tradicionales han estado obteniendo beneficios excesivos a costa del consumidor estadounidense. Un ejemplo recurrente es la afirmación de que un bolso Hermès Birkin podría fabricarse por alrededor de 450 dólares, una cifra muy inferior a su precio de venta al por menor.
Aunque varias marcas colaboran con fabricantes chinos para ciertas líneas de producción, la mayoría de los líderes del sector mantienen su fabricación en Europa. Sin embargo, compañías chinas que cotizan en bolsa como Hangzhou Wensli, Stella International y Crystal Group, han demostrado ser socios de larga data para grandes empresas de lujo, operando bajo estrictos protocolos que impiden la divulgación de información confidencial sobre sus procesos productivos.

El contenido que circula actualmente en TikTok occidental es una adaptación en inglés de vídeos que llevan años siendo populares en las plataformas chinas. En Douyin, la versión china de TikTok, abundan los vendedores que ofrecen réplicas de artículos de marcas como Max Mara, Burberry, Goyard, Louis Vuitton y diversas líneas de Hermès, incluyendo modelos exclusivos como Kelly Doll y Diamond Himalaya Birkin, a precios comparables a la moda rápida. Es importante señalar que los productos originales de estas marcas no se fabrican en China.
En China, la búsqueda de imitaciones de lujo es una práctica extendida, facilitada por términos clave como Yuandanweihuo (excedentes de pedidos internacionales), Zhengqueban (versión correcta), Yibiyi (réplica exacta) y Nanyou (una zona de Shenzhen conocida por la calidad de sus imitaciones). A pesar de los esfuerzos de las plataformas digitales y las autoridades chinas para combatir la falsificación, las copias de lujo siguen siendo fácilmente accesibles para aquellos que saben dónde buscar.
Un simple recorrido por Taobao, la popular plataforma de comercio electrónico china, revela una amplia gama de falsificaciones de Miu Miu, a menudo con ligeras variaciones en el nombre de la marca, como “Niu Niu” o “Min Min”, que se corrigen al realizar el pedido mediante el servicio de atención al cliente.
Joseph Zhang, propietario de una fábrica OEM que produce para marcas como St. John y Mackintosh, considera que esta tendencia de las imitaciones servirá para diferenciar los "niveles de lujo". "Muchas de estas fábricas podrían haber producido para grandes marcas de lujo antes y ahora han decidido invertir en la creación de imitaciones de alta calidad. Esto puede engañar al consumidor medio, pero no al experto”, señala Zhang. En su opinión, la clave está en la calidad del "chip", en la capacidad de crear un producto que realmente satisfaga las expectativas del consumidor.
En lugar de centrarse en la falsificación de logotipos, Zhang propone un modelo de negocio basado en la creación de marcas blancas que se inspiren en la estética del "lujo silencioso", como The Row. “China es buena produciendo productos de calidad y adaptándose a la cultura local, no destacando”, explica.
El auge de los vendedores de imitaciones en TikTok ha impulsado el crecimiento de plataformas como DHgate, un mercado mayorista en línea chino, que recientemente se convirtió en la segunda aplicación más descargada en la App Store de Estados Unidos. DHgate ofrece una amplia variedad de productos fabricados en China a compradores de más de 220 países, incluyendo ropa, electrónica, artículos para el hogar y juguetes.
La plataforma destaca su compromiso con la fiabilidad, la comodidad y la eficiencia, facilitando la conexión entre compradores y vendedores globales. DHgate también enfatiza sus estrictas medidas de control de calidad, incluyendo la selección de proveedores, la resolución de disputas y los procesos de pago seguros.
Aunque DHgate se presenta como una plataforma confiable, Zhang lo atribuye principalmente a una campaña de marketing de influencers en Estados Unidos. "Los chinos son muy sensibles a las tendencias y la publicidad. Rápidamente movilizan a los influencers y crean momentos destacados como este", explica. "Primero lo hicieron en China, ahora han descubierto el mercado estadounidense. Los datos demuestran que se trata de una exageración, con un volumen de ventas que no supera al de los chalecos acolchados de Amazon hace unos años".
Este fenómeno refleja una faceta de China que a menudo permanece oculta en los medios de comunicación occidentales, mostrando la creciente influencia del país en el mercado global y su capacidad para responder rápidamente a las demandas de los consumidores, especialmente en combinación con herramientas de marketing actuales como TikTok.

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