La primera ronda de los playoffs de la NBA 2025 llega a su clímax este fin de semana, con dos decisivos partidos de la serie que definirán los cruces de la segunda ronda. Mientras los Oklahoma City Thunder y los Minnesota Timberwolves lograron solventar sus respectivas series con relativa facilidad, las otras dos contiendas de la Conferencia Oeste se han convertido en auténticas batallas que se resolverán en el último asalto.
Los LA Clippers, tras su victoria por 111-105 frente a los Nuggets, forzaron un séptimo partido en Denver. Por su parte, los Houston Rockets, que se encontraban 3-1 abajo en la serie, lograron mantener vivas sus aspiraciones al imponerse a Golden State por 115-107. Ahora, ambas eliminatorias se definirán en vibrantes encuentros que decidirán quién avanza para medirse a los Timberwolves.
Las preguntas clave que surgen ante estos decisivos enfrentamientos giran en torno a qué factores primordiales inclinarán la balanza y qué estrategias deberán adoptar cada uno de los cuatro equipos para asegurar su pase a la siguiente fase. Los pronósticos se abren de par en par, anticipando encuentros de máxima tensión y exigencia.

En la serie que enfrenta a los Clippers y los Nuggets, el factor fatiga se presenta como un elemento crucial a observar con detenimiento. Jamal Murray ha acumulado la mayor cantidad de minutos en cancha de todos los jugadores en esta primera fase de los playoffs, mientras que Nikola Jokic se sitúa en la cuarta posición de esa lista. Otros dos titulares de Denver también han superado en minutos a la mayoría de los jugadores de los Clippers, con la excepción de James Harden.
Los Clippers, en teoría, cuentan con una rotación algo más profunda, aunque su entrenador, Tyronn Lue, se ha visto obligado a depender en gran medida de sus figuras estelares, más de lo que seguramente habría preferido. Harden, por ejemplo, disputó la segunda mitad completa en el sexto partido, una situación que se repite por segunda vez en la serie, lo que sugiere que el agotamiento podría haber incidido en el bajón ofensivo del equipo en los momentos finales.
Este componente de fatiga subraya la importancia de arrancar con fuerza en el séptimo partido. En el quinto encuentro, la ventaja inicial conseguida por los Nuggets permitió a su entrenador interino, David Adelman, conceder descansos a Jokic en ambas mitades, preservando así su energía. Si los Clippers logran un inicio potente, Adelman podría no tener ese margen de maniobra. Cabe recordar que en los partidos 2 y 4, cuando Jokic jugó la segunda mitad completa, mostró signos de cansancio en los compases finales, permitiendo a los Clippers resistir y, en el cuarto partido, remontar una desventaja de hasta 16 puntos antes del decisivo tiro sobre la bocina de Aaron Gordon.
La sucesión de partidos ajustados, el alto nivel de juego desplegado y la altitud de Denver han pasado factura a ambos conjuntos. En este contexto, el verdadero beneficiado, sea cual fuere el desenlace, parece ser Oklahoma City Thunder, el primer equipo en sellar su clasificación tras barrer a los Memphis Grizzlies hace una semana. El equipo que demuestre mayor reserva de energía en este séptimo partido tendrá probablemente las mayores opciones de avanzar. Los Clippers, en el sexto partido, optaron finalmente por una alineación más reducida, con Nicolas Batum en el quinteto, buscando generar más espacios para James Harden y Kawhi Leonard. Esta variación táctica obtuvo el reconocimiento del propio Nikola Jokic, quien señaló la mejora ofensiva y defensiva que Batum aportaba al equipo. A pesar de la reticencia inicial de Lue a sacrificar la defensa de Patrick Beverley, si Batum mantiene el nivel exhibido en el sexto partido, los Clippers parecen haber encontrado la fórmula ganadora, ahora solo necesitan ejecutarla de manera consistente. Por su parte, los Nuggets, un equipo más grande y físico, han logrado imponer su ley en la serie cuando han desplegado su potencia. La clave para ellos reside en que Jokic asuma el protagonismo desde el principio, desafiando al pívot de los Clippers, Ivica Zubac, y forzando más faltas de las que se pitaron en el sexto partido en Los Ángeles. Cuando es agresivo y físico desde el inicio, el juego ofensivo de Denver fluye y surgen opciones explosivas, como quedó patente en el quinto encuentro con la exhibición anotadora de Jamal Murray.
La experiencia en séptimos partidos en playoffs se presenta como una ventaja capital para Golden State en su enfrentamiento con los Rockets. Stephen Curry y Draymond Green han participado en cinco partidos de este tipo, al igual que su entrenador, Steve Kerr. Por su parte, Jimmy Butler ha jugado en cuatro encuentros decisivos. Los Warriors necesitan encontrar la manera de superar la defensa zonal de Houston y liberar a Curry en ataque. A pesar de sus 29 puntos en el sexto partido, Curry apenas anotó 13 en la segunda mitad. Históricamente, Curry ha destacado en los séptimos partidos, promediando 32.6 puntos, la cuarta mejor marca en la historia de la NBA.
Los Warriors requieren mayor apoyo ofensivo para Curry y Butler, buscando que un tercer jugador asuma responsabilidades anotadoras, ya sea Brandin Podziemski, Buddy Hield, o Moses Moody con sus tiros exteriores. Draymond Green deberá mostrar su mejor nivel defensivo. Minimizar las pérdidas de balón y controlar el juego de Fred VanVleet serán aspectos fundamentales. Además, no se descarta alguna sorpresa táctica, con Kerr manteniendo todas las opciones abiertas, incluyendo la posibilidad de dar minutos a Jonathan Kuminga.
Los Rockets, por su parte, deben mantener la consistencia y la toma de decisiones acertadas que les ha inculcado su entrenador Ime Udoka. La utilización de alineaciones con dos pívots, incluyendo variantes de zona, ha generado problemas a Golden State. A pesar de la presencia de Stephen Curry en pista, los Rockets han apelado a la defensa zonal, buscando proteger ciertos emparejamientos. Udoka ha destacado la importancia de la comunicación y la actividad defensiva en estas situaciones. Golden State buscará explotar estas configuraciones defensivas en el séptimo partido. Los Rockets deben continuar imponiendo su físico, dominar la pintura y acumular puntos en segundas oportunidades y transiciones rápidas, un aspecto clave de su juego.
El desarrollo de la serie entre Warriors y Rockets ha sido una montaña rusa. Golden State se llevó el primer partido en Houston en un encuentro descrito como de gran intensidad física. En el segundo partido, Houston igualó la serie con una actuación destacada de Jalen Green. A pesar de la baja de Butler en el tercer partido por una lesión, los Warriors se impusieron en casa con otra gran actuación de Curry. Golden State parecía encaminarse hacia la victoria con una ventaja de 3-1, pero los Rockets reaccionaron con contundencia en el quinto partido y lograron forzar el séptimo encuentro al cerrar el sexto partido en casa de Golden State, aprovechando un bajón ofensivo de los Warriors en el último cuarto.
La utilización de alineaciones con dos pívots por parte de Houston ha influido significativamente en la serie. A pesar de ello, Golden State logró ganar el cuarto partido. En el sexto partido, la presencia simultánea de Steven Adams y Alperen Sengun en cancha resultó clave en el cuarto período. La defensa híbrida de Houston, con los dos pívots, ha dificultado el juego de Curry, aunque el escolta de los Warriors ha logrado promediar una cifra considerable de puntos en la serie. Mientras Udoka ha encontrado combinaciones de quintetos efectivas, el cuerpo técnico de los Warriors sigue buscando la configuración ideal. La elección de Gary Payton II en el quinteto inicial en el sexto partido buscaba mejorar la defensa sobre VanVleet, pero supuso sacrificar una amenaza de tiro de tres puntos. A excepción de Curry, los otros cuatro titulares de Golden State tuvieron un rendimiento muy bajo desde la línea de tres puntos en ese partido.

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